TIJUANA, Baja California.- La falta de voluntad política del gobernador y alcalde, ha ocasionado que haya una tasa de castigo muy baja en Baja California especialmente en Tijuana, mientras no haya estrategias para combatir la impunidad y el verdadero enfrentamiento a grupos delictivos, la sociedad pagará los costos.
El Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Ortega, apuntó que los homicidios dolosos se duplicaron, “entre 2016 y 2017 y vamos a terminar con una tasa de 106 homicidios por cada 100 mil habitantes, sostengo la idea de que en homicidios dolosos solamente 1 de cada 100 se llegó a castigar en el 2015 y por eso es que tenemos esa tasa de violencia en homicidios dolosos.”
El mayor problema para la ciudad no son los habitantes, sino las constantes fallas de las políticas públicas y medidas de seguridad, que incluso en ocasiones de urgencia no son activadas o simplemente no están en funcionamiento, “no solamente están fallando, no están funcionando, ahorita la plaza pareciera que se está peleando con otros actores diferentes y no hay un castigo, si solamente castigas un homicidio de cada 100 como esperas que baje la violencia homicida.”
Por último agregó que Tijuana se disputa con Acapulco el segundo lugar de las ciudades más violentas, pues cabe mencionar que durante el 2013 y 2015 el municipio se encontraba en el ranking de las cincuenta ciudades más inseguras, por ello es fundamental que la sociedad se imponga ante la clase política para vigilar su cumplimiento, fijar tiempos y diseñar programas.
Con información: Monserrat Chávez
