Cerca de un centenar de personas se unieron a la fila para suministros de Home Depot en Wilmington, Carolina del Norte, a primera hora del miércoles mientras el huracán Florence se precipita hacia la costa de Carolina.
“Alguien tiene que quedarse atrás para proteger [nuestros] intereses”, dijo Christian Anderson, refiriéndose a la casa de cien años que comparte con su hija y su yerno. “Ha soportado muchas tormentas y tengo confianza, pero tampoco somos arrogantes”, agrega.
Sus cinco hijas están diseminadas por todo el país, y casi todas sobrevivieron a las del huracán Harvey en Galveston, el huracán Irma en Fort Lauderdale el año pasado y el huracán Sandy en Nueva Jersey, resume Endreson.
Cuando Endreson se alineó para pagar, un asociado de Home Depot se acercó al orador y les pidió a los clientes que mantuvieran la calma, que no fueran groseros con los empleados ni que entraran en pánico antes de que la tienda cerrara a última hora de la mañana. Hoy hay mucha madera contrachapada, agregó, antes de cerrar la sesión.
El empleado de Walmart, Joseph Smith, de 52 años, dijo que la tienda pasó por 60 tarimas de agua en 30 minutos mientras los residentes se apresuraban a buscar suministros.
“La carne enlatada, el agua y las baterías son lo que la gente está buscando en este momento”, dijo Smith, señalando que ha tenido que reabastecerlos más desde el comienzo de la semana. Todavía hay mucho pan, agrega. Está trabajando el último turno antes de que la tienda cierre por la tarde. “No le presto atención a los huracanes”, agregó mientras descargaba las varillas de pescado en el recipiente del congelador, “siempre he tenido que trabajar”.
A pesar de que muchos residentes se quedan en la ciudad, el centro de Wilmington está vacío, salvo por el corredor ocasional o el residente paseando a su perro, más allá de una línea de escaparates cubiertos por la madera contrachapada omnipresente. El único cartel abierto que parpadea en North Front Street pertenecía al metro, donde el gerente dijo que cerrarán esta tarde, a pesar de que la ciudad no está bajo órdenes de evacuación obligatoria.
Con información de The Guardian
