La identificación de los restos de personas muertas en la explosión del oleoducto en Hidalgo en la noche del viernes podría llevar meses, según el gobernador del estado.
“Los restos que tenemos son inidentificables. . . En muchos casos, la identificación se puede hacer [pero] no será en un momento o en un par de horas. Hay casos que llevarán horas y casos que llevarán días. . . e incluso meses “, dijo ayer Omar Fayad después de una reunión con familiares de los fallecidos.
El gobernador dijo que se encontraron los restos de 68 personas en el lugar de la explosión, un campo en el municipio de Tlahuelilpan, pero solo nueve de esas víctimas han sido identificadas.
Los miembros de la familia de los que se cree que están entre los fallecidos han proporcionado 54 muestras genéticas para ayudar con el proceso de identificación, agregó.
Fayad dijo que “los casos más difíciles” podrían enviarse a laboratorios en los Estados Unidos o Innsbruck, Austria, para su análisis.
Investigadores de la Universidad Médica de Innsbruck previamente realizaron pruebas de ADN en fragmentos de hueso recuperados de un río cerca del basurero de Cocula en Guerrero, donde se cree que los cuerpos de 43 estudiantes se quemaron en 2014.
El número de muertos por la explosión del viernes ahora ha aumentado a 89, dijo esta mañana el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
Cuando ocurrió la explosión, las víctimas llenaban los contenedores con combustible que se disparaba al aire después de que la tubería había sido explotada ilegalmente.
Un gran incendio se extendió por el campo en la comunidad de San Primitivo, envolviendo a decenas de personas en llamas.
Más de 50 víctimas, la mayoría con quemaduras graves, permanecen en el hospital, incluidas tres personas que fueron trasladadas a Texas para recibir tratamiento.
El secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, dijo que 25 soldados llegaron al campo cuando solo salía una pequeña cantidad de combustible del ducto perforado y que intentaron evitar que la gente se acercara a él.
Sin embargo, los soldados estaban “abrumados por el número de personas” y “obligados a retirarse a un lado para evitar una confrontación”, dijo Cresencio.
Ayer, cuando le preguntaron si la explosión podría haber sido un sabotaje para probar la resolución del gobierno con respecto a su estrategia de lucha contra el robo de combustible, el presidente López Obrador respondió:
“Si están pensando en probarnos, si esa es la intención, entonces, de una vez por todas, comprendamos que no vamos a rendirnos”. . . Ofrezco una disculpa a la gente si esta acción causa sacrificios, daños, inconvenientes, pero tenemos que hacerlo. . . La patria es lo primero. México necesita poner fin a la corrupción, no es algo que sea negociable “.
