Tijuana, B.C.- La administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump dio el ultimátum de cinco de marzo como fecha límite para mantener vigente el programa de Daca que protege a los dreamers, mientras tanto en la frontera de Baja California, las autoridades pareciera que el tema lo manejan con pincitas.
“Yo no quisiera especula que van a llegar miles, pueden cruzar por esta frontera u otra frontera del país, atentos a como se va a dar el comportamiento”, dijo Francisco Rueda Gómez, secretario de gobierno.
El gobierno en la entidad al no tener un espacio para ofrecerlo a los jóvenes en caso fueran deportados por esta frontera, recurrirá a las asociaciones civiles. Tal como sucedió con la llegada de los haitianos, que ante el aumento de migrantes, hasta iglesias fueron habilitadas.
“No se trata de pasarle la bolita se trata de colaborar”, señaló.
Primer Sistema de Noticias (PSN) cuestionó, dónde dormirán los jóvenes que no tengan familia o dinero para permanecer en hoteles.
“Ellos ingresar al país, ellos tienen la libertad de quedarse donde ellos decidan”, fue la respuesta del funcionario estatal.
Nuevamente fue cuestionado el secretario y entonces, admitió que serán las organizaciones civiles quienes lo reciban y entonces se les ofrecerá apoyos con subsidios.
“Por ello nos hemos reunidos con la asociaciones civiles que son quienes tienen las instalaciones”, admitió.
Fue en el 2016 cuando comenzó el arribo de haitianos en esta frontera y en ese entonces las autoridades se comprometieron ayudar pero el apoyo llegaba a cuenta gotas, tal fue el caso en la Casa del Migrante y aun así la autoridad estatal pregonaba que ofrecía ayuda a las asociaciones civiles que arroparon los migrantes.
En esta ocasión, la autoridad insiste que realizan trabajos de coordinación pero sólo con la llegada de dreamers se podrá constatar si dichas palabras son reales.
Con información de Yolanda Caballero
