Se esperaba que los fuertes vientos el domingo obstaculizaran el progreso de las tripulaciones que luchan contra los incendios forestales de California que ahora han cobrado al menos 79 vidas.
Ráfagas de hasta 50 millas por hora amenazaban los esfuerzos para controlar el incendio del Campamento, que todavía es solo un 55% contenido 10 días después de que trajo la devastación al norte de California.
El incendio que destruyó casi 10,000 hogares y se extendió a lo largo de 233 millas cuadradas ya es el incendio forestal más letal de los Estados Unidos en un siglo.
Y existen temores de que el número de muertos eventualmente aumentará mucho más, con casi 1,300 personas aún sin ser contabilizadas.
Sin embargo, parece probable que el número de personas desaparecidas sea una sobreestimación en medio de la confusión sobre la forma en que se ha compilado la lista.
El alguacil del condado de Butte, Kory Honea, destacó que la lista se ha formado a partir de informes de personas desaparecidas de llamadas, informes y correos electrónicos desde que comenzó el incendio el 8 de noviembre. Lo describió como “datos sin procesar” y dijo que “existe la posibilidad de que la lista contenga nombres duplicados” y algunos evacuados que no se hayan reportado seguros.
El gobernador demócrata saliente de California, Jerry Brown, visitó el escenario de la devastación en la ciudad de Paradise con Donald Trump el sábado.
Le dijo a Face the Nation, de CBS, que Trump ha “respaldado” y que ha prestado apoyo de emergencia.
Inicialmente, Trump culpó a los funcionarios estatales por el manejo deficiente de los bosques para empeorar los incendios en el norte y sur de California e incluso amenazó con cortar el financiamiento federal.
En la escena del sábado, Trump contó una conversación que tuvo en París el 11 de noviembre con el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, quien habló sobre el monitoreo de los recursos forestales con un buen sistema de vigilancia.
