Al menos 30 personas murieron en el norte de Portugal y España, donde cientos de incendios forestales obligaron a los residentes a huir de pueblos y aldeas.
La autoridad nacional de protección civil de Portugal dijo que 27 personas habían muerto en el centro y norte del país el domingo y el lunes temprano; mientras que tres personas han sido reportadas muertas en España.
El número de muertos en Portugal, donde un gran incendio mató a 64 personas en junio, es probable que aumente. El gobierno declaró un estado de emergencia para las regiones al norte del río Tajo después de que el domingo fue calificado como “el peor día del año en términos de incendios forestales” por la portavoz de protección civil Patricia Gaspar.
Más de 6,000 bomberos lucharon el domingo más de 500 incendios forestales, el mayor número de incendios en un solo día durante más de 10 años. Portugal ha pedido ayuda a sus socios europeos y Marruecos.
Jorge Gomes, secretario de estado de la administración interna de Portugal, dijo que la mayoría de los incendios, que destruyeron casas, fábricas y otras infraestructuras, habían comenzado deliberadamente.
Los cuerpos de dos de las tres víctimas en España, ambas mujeres, fueron encontrados por bomberos dentro de un automóvil incendiado en una carretera en la región noroccidental de Galicia. El tercero, un hombre de 70 años, murió mientras intentaba salvar a sus animales de granja, informaron los medios.
Los fuegos fueron avivados por los fuertes vientos a medida que los remanentes del huracán Ophelia rozaban la costa ibérica. Se extendieron rápidamente durante el fin de semana a través de un paisaje dejado de yesca, seco por un verano caluroso.
Algunas llamas en Galicia permanecieron fuera de control el lunes, dijeron las autoridades. Alberto Núñez Feijóo, titular del gobierno regional, dijo que 15 de los incendios suponían un riesgo para las ciudades, y que el 90% de los incendios forestales cada año en Galicia se iniciaron intencionalmente.
Él dijo a los periodistas: “Toda Galicia está llorando esta mañana por nuestras colinas arrasadas, pero especialmente por la pérdida de vidas humanas”.
Con información de The Guardian
