Los grupos indígenas en la Amazonía han propuesto la creación del área protegida más grande del mundo, un santuario de 200 m de hectárea para las personas, la vida silvestre y la estabilidad climática que se extendería a través de las fronteras de los Andes al Atlántico.
El plan, presentado a la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad en Egipto el miércoles, coloca a la alianza de comunidades amazónicas en medio de una de las disputas ambientales y políticas más importantes del mundo.
Colombia previamente describió un proyecto similar de protección triple A (Andes, Amazonas y Atlántico) que planeaba presentar con el apoyo de Ecuador en las conversaciones sobre el clima del próximo mes. Pero la elección de nuevos líderes de derechas en Colombia y Brasil ha puesto en duda la posible contribución de las naciones de América del Sur para reducir las emisiones.
La alianza indígena, que representa a 500 culturas en nueve países amazónicos, ahora ha entrado en la refriega con su propia propuesta de un “corredor sagrado de la vida y la cultura” que sería del tamaño de México.
“Venimos del bosque y nos preocupa lo que está sucediendo”, dijo Tuntiak Katan, vicepresidente de Coica (Coordinador de la Organización Indígena de la Cuenca del Río Amazonas). “Este espacio es el último gran santuario para la biodiversidad del mundo. Está ahí porque nosotros estamos allí. Otros lugares han sido destruidos “.
La organización no reconoce las fronteras nacionales, que los colonos coloniales y sus descendientes establecieron sin el consentimiento de los indígenas que han vivido en la Amazonía durante milenios. Katan dijo que el grupo estaba dispuesto a hablar con cualquier persona que estuviera dispuesta a proteger no solo la biodiversidad sino los derechos territoriales de las comunidades forestales.
La propuesta inicial de Colombia fue más pequeña y se centró solo en la biodiversidad y el clima. Pero el entusiasmo del gobierno ha disminuido desde una elección en junio en la que el populista de derecha Iván Duque tomó el poder. Brasil era más escéptico, pero anteriormente había participado en conversaciones a nivel ministerial sobre el plan del corredor. Es probable que su oposición crezca bajo su nuevo presidente de derecha, Jair Bolsonaro, quien tomará el poder en enero.
Con información de The Guardian
