Inicia el 25 de agosto la fase final del juicio político a Dilma Rousseff

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Senado de Brasil programó para el próximo 25 de agosto la fase final del juicio político contra Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones como presidenta.

José Eduardo Cardozo, abogado que lleva la defensa de la mandataria suspendida informó que fue notificado oficialmente de la fecha una vez que presentó el documento final con las pruebas a favor de Rousseff.

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De acuerdo con la agencia Efe, el documento de 673 páginas repite los mismos argumentos esgrimidos hasta ahora en favor de Rousseff, que aún no han convencido a la mayoría de los miembros del Senado sobre su inocencia.

La defensa se centra en negar que Rousseff haya incurrido en los delitos de carácter fiscal que se le atribuyen y acusa que el proceso se debe a maniobras políticas que equipara con un “golpe de Estado”.

Para la fase final del juicio político la defensa confirmó hoy que convocará a seis testigos. Entre ellos figuran funcionarios vinculados a la gestión de los presupuestos en el gobierno de Rousseff, así como Nelson Barbosa, quien fue ministro de Planificación y de Hacienda con la mandataria.

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La parte acusadora también tiene derecho a presentar seis testigos, pero en esta semana anunció que solamente presentará tres, entre ellos el fiscal del Ministerio Público de Cuentas, Júlio Marcelo de Oliveira, quien detectó las maniobras fiscales en las que se basan los cargos contra Rousseff.

Según cálculos de la Corte Suprema, corresponsable del proceso junto con el Senado, esa última sesión durará entre tres y cinco días, al cabo de los cuales el pleno de la Cámara Alta deberá pronunciarse en votación abierta sobre la supuesta responsabilidad de Rousseff.

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Para aprobar la destitución se necesita una mayoría calificada de dos tercios (54 votos) entre los 81 senadores.

Esta semana el pleno del Senado se pronunció en una primera votación a favor de continuar el proceso con 59 votos a favor y 21 en contra, lo que deja ver que los que están a favor de la destitución de la mandataria han consolidado la mayoría necesaria.

En caso de que Rousseff sea desalojada del poder, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019. Si, de lo contrario, es absuelta recuperará el cargo y Temer debería volver a ocupar la vicepresidencia, lo que se ve como inviable y lo llevaría a una dimisión.