Los intentos de crear un útero artificial para bebés prematuros se han visto impulsados por la concesión de una subvención de tres millones de euros para desarrollar un prototipo funcional para su uso en clínicas.
El modelo, que está siendo desarrollado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, proporcionaría a los bebés respiración artificial. Sin embargo, a diferencia de las incubadoras actuales, el útero artificial sería similar a las condiciones biológicas, con el bebé rodeado de fluidos y recibiendo oxígeno y nutrientes a través de una placenta artificial que se conectará a su cordón umbilical.
Guid Oei, profesor de la universidad holandesa y ginecólogo en el cercano centro médico Maxima, dijo que los enfoques actuales son problemáticos ya que los bebés prematuros aún no tienen pulmones o intestinos completamente desarrollados, lo que significa que pueden resultar intentos de administrar oxígeno o nutrientes directamente a dichos órganos. en daño
Un útero artificial, dijo Oei, sería un cambio de juego.
“Cuando volvemos a poner los pulmones bajo el agua, pueden desarrollarse, pueden madurar, pero el bebé recibirá el oxígeno por el cordón umbilical, al igual que en el útero natural”, dijo.
El equipo espera tener un prototipo funcional de su matriz artificial listo para usar en clínicas dentro de cinco años, lo que significa que podría ser una primicia mundial. La financiación proviene del programa Horizonte 2020 de la UE.
Según la organización benéfica Tommy’s, los bebés nacidos antes de las 22 semanas casi no tienen posibilidades de sobrevivir, mientras que a las 22 semanas la probabilidad es de solo alrededor del 10%. Pero solo dos semanas después, las tasas de supervivencia aumentan a alrededor del 60%. Oei dijo que en la actualidad, alrededor de 1 millón de bebés en todo el mundo mueren debido a la prematuridad, mientras que los que sobreviven corren el riesgo de sufrir una variedad de discapacidades.
En 2017, investigadores del Hospital de Niños de Filadelfia demostraron que un útero artificial, conocido como “biobag” (bio-bolsa), podría mantener vivos a los corderos que nacieron con el equivalente a 23 semanas de un embarazo humano. Durante las semanas que estuvieron en las biobags, los corderos continuaron desarrollándose en el proceso. Después de ser retirados de las biobags, los corderos crecieron normalmente.
Con información de The Guardian
