Cuatro oficiales del ejército están siendo investigados por las autoridades federales por huachicoleo de tuberías para las que fueron desplegados para proteger.
Mientras estaba a cargo de la seguridad en la empresa petrolera estatal durante la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto, el general Eduardo León Trauwitz y el teniente coronel Wenceslao Cárdenas Acuña, en su papel de jefes de la Sección de Salvaguarda Estratégica (SSE) de Pemex, presuntamente ordenados por agentes de seguridad su comando de “plantar” toques ilegales en tuberías y les advirtió que si informaban sobre la ubicación de las perforaciones, perderían sus trabajos.
El brigadier general Sócrates Alfredo Herrera Pegueros, jefe de seguridad física de la ESS, y el coronel de infantería Emilio Gosgaya Rodríguez, jefe de administración técnica, también fueron presuntamente cómplices del robo de combustible y las amenazas, según documentos de la oficina del Fiscal General de la República (PGR). Obtenido por el diario Milenio.
Los documentos incluyen informes realizados por varios empleados de Pemex sobre los actos ilegales que dicen que se les ordenó llevar a cabo.
Los testimonios, presentados a la PGR por el abogado Jorge García Andriano el 24 de marzo de 2017, aparentemente no fueron tomados en consideración por las autoridades policiales hasta que el gobierno federal actual comenzó su represión contra el robo de combustible el mes pasado, dijo Milenio.
Otros funcionarios de alto rango de Pemex, la mayoría de los cuales también eran miembros de las fuerzas armadas que sirven en el SSE, también están acusados de participar en las actividades ilegales presuntamente cometidas por los cuatro oficiales.
La Unidad de Investigación de Crimen Organizado (SEIDO, por sus siglas en inglés) de la PGR ha convocado a empleados de Pemex que realizaron informes contra los oficiales para confirmar sus cuentas.
En una carta enviada a la PGR junto con los testimonios de los empleados, García escribió que los incidentes que se le informaron “probablemente constituyan delitos de abuso de autoridad, intimidación, amenazas, ocultamiento y discriminación, en los cuales los funcionarios de Petróleos Mexicanos [Pemex] podrían estar involucrado.”
También dijo que los oficiales del ejército ordenaron a los agentes de seguridad encubrir los toques ilegales para evitar que se descubriera el robo de combustible cometido por “personas no afiliadas” a la ESS.
En otras palabras, el abogado afirmó que el personal del ejército era cómplice del robo de combustible perpetrado por bandas de ladrones conocidos como huachicoleros.
Según el agente de seguridad de la SSE, Moisés Ángel Merlín Sibaja, el 26 de enero de 2017, “sus jefes”, entre ellos el general Trauwitz, el general de brigada Herrera y el coronel de infantería Gosgaya, le ordenaron que cerrara los grifos ilegales de los ductos aunque ellos sabían que esa instrucción era “ilegal” porque no es un ingeniero petrolero ni había sido entrenado para hacerlo.
“Las instrucciones fueron verbales, no escritas. . . Prohibieron al trabajador denunciarlo [la orden] a otras autoridades bajo la amenaza de retirarlo de su trabajo y. . . haz que aparezca como un individuo que participó en el robo de combustible “, escribió García.
Se le entregó a Merlín “materiales y herramientas para desactivar los grifos ilegales”, explicó el abogado, mientras que el empleado apoyó su reclamo contra los oficiales del ejército con evidencia fotográfica de “el trabajo que se le ordenó realizar”.
Los empleados y funcionarios de Pemex han sido durante mucho tiempo sospechosos de estar involucrados en el robo de combustible, un delito que le cuesta a México miles de millones de pesos al año.
