Investigaría gobierno de AMLO fraude de 200 millones en el SITT

Tijuana, BC.- Aunque los actuales gobiernos no investigaron el desvío de recursos en el Sistema Integral de Transporte de Tijuana, que involucra al menos a 3 altos ex funcionarios,  el panorama podría  cambiar durante la próxima administración federal pues el daño patrimonial es considerable al punto en que podría encuadrarse un fraude de casi 200 millones de pesos.

 

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De realizar una revisión a fondo al Sistema Integral de Transporte de Tijuana, el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador podría encontrar un faltante de al menos 200 millones de pesos.

Aunque el destino del recurso es incierto, al menos el 20 por ciento de los 800 millones aportados por Banobras para la ruta troncal, las manos por las que pudo pasar están claramente definidas:

Alonso López Sepúlveda,  ex director del SITT y quien  fue corrido de sus propias oficinas en medio de un operativo policiaco. Su superior, el hoy diputado Bernardo Padilla y el ex alcalde corrupto, Jorge Astiazarán.

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Y es que desde su origen, las cifras del sistema de transporte no cuadran.

El SITT está integrado por 47 estaciones, 15 de las cuales están mal ubicadas, algunas totalmente escondidas.

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El costo de cada estación ronda los 3 millones y medio de pesos, a los que se suman 8  puentes por los cuales no transitan ni 30 usuarios diariamente, sumado a oficinas, semáforos y marcas para carril confinado, es una inversión no se acerca ni de lejos a los 800 millones destinados por el gobierno de Enrique Pena Nieto y que sumados a otros recursos le dieron mil 200 millones a una red de transporte sumamente deficiente.

Así, con una infraestructura deficiente y vandalizada,  y con pocas unidades que ni siquiera son de gas como se anunció inicialmente para reducir la contaminación, el SITT comenzó a prestar servicios con serias deficiencias.

Las cantidades no  concuerdan y por ellas tendrán que responder el ex director del sistema, Alonso López Sepúlveda y su superior, el ex secretario del Ayuntamiento Bernardo Padilla, hasta llegar a  Jorge Astiazarán.

Con información de Juan Arturo Salinas