Entre el candidato de la alianza PRI Verde PT y PANAL del distrito VIII, Marco Irizar y el abanderado del Partido del Trabajo del Distrito XIII, José Cañada, no hay muchas diferencias: uno y otro medran con las necesidades de distintos sectores, sin propuestas concretas.
Irizar dirige su discurso a una demarcación considerada clase media a la cual no propone nada sustancial, mientras que el ex regidor Cañada se dirige a un sector de grandes necesidades al cual promete escuelas, hospital y apoyo a madres solteras, entre otros puntos.
Ambos lucran con las demandas de sus mercados electorales sin propuestas concretas, ya que Irizar no tuvo ni la capacidad para precisar en sus redes sociales que hará de llegar al Congreso del Estado.
En sus tweets sólo acertaba a lamerle los pies -si no es que otra parte corporal- a sus líderes René Mendívil y Mario Fabio Beltrones, y en Facebook apenas atinaba a recomendar “la cocina de Doña Chuy donde Todo está muy rico” y a entregar por escrito una renuncia firmada si es que no cumplía con su mandato como legislador sin saber que los cargos de elección popular son irrenunciables.
También apeló a un manejo sensiblero de las redes, en fotos con niños, ancianos, lo novia y su madre, sin -de nueva cuenta-, proponer metas concretas como legislador. A estos sectores, ancianos y jóvenes, ofreció transporte gratuito, aún cuando las tarifas preferenciales para estos pasajeros son un severo fallo continuamente.
Cañada López por su parte lo más que acertó a proponer fue un hospital general para la zona este de la ciudad sin considerar siquiera lo siguiente: el origen de la inversión la inversión necesaria la plantilla de personal las camas censables la ubicación del nosocomio y Las especialidades prioritarias en un área donde abundan las personas heridas ya sea por arma blanca o arma de fuego e incluso atropelladas.
Ambos candidatos, Irizar y Cañada hacen de la necesidad de sus electores un lucro y un modus vivendi de la miseria.
Y aunque en apariencia van dirigidos a los sectores muy distintos los une el vacío de propuestas.
