Israel está promoviendo planes polémicos para construir 1,800 nuevas unidades de vivienda de asentamiento en Jerusalén Oriental ocupada en la mayor oleada de construcción propuesta en los últimos años.
Se espera que los planes sean considerados por el comité de planificación del distrito de Jerusalén este mes. Si se aprueban, marcarían el fin de la relativa desaceleración de la construcción israelí en las partes orientales de la ciudad.
El gobierno de derecha de Israel parece haber sido envalentonado por la posición pro-Israel del gobierno de Trump, que ha sido mucho más silenciado en sus críticas a los asentamientos que su predecesor.
Cuando el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se reunió con Donald Trump en Washington a principios de este año, el presidente de Estados Unidos emitió una petición débilmente formulada para que Netanyahu limitara la actividad de asentamientos.
La revelación de los planes de Jerusalén Oriental por parte del grupo Peace Now se produjo cuando Netanyahu aprobó propuestas para permitir a los parlamentarios israelíes visitar de nuevo el complejo de Temple Mount-Haram al-Sharif en un juicio de cinco días, a partir de este mes.
Las visitas de los diputados al sitio, considerado el más sagrado en el judaísmo y el tercero más sagrado del Islam, fueron prohibidos en 2015 después de una ola de violencia palestina tras las afirmaciones de que Israel intentaba tomar el control del complejo.
Los dos temas parecen probablemente aumentar las tensiones una vez más en Jerusalén, sobre el cual Israel ha reclamado la soberanía desde que se apoderó de la Ciudad Vieja y los barrios del este en 1967. La reivindicación de Israel no es reconocida por gran parte de la comunidad internacional. Los palestinos reclaman Jerusalén oriental como la capital de un estado futuro.
Los planes de construcción incluyen propuestas para edificios judíos, como una yeshiva de ocho pisos, en Sheikh Jarrah, que los palestinos consideran estar en el corazón mismo de Jerusalén Este.
Con información de The Guardian
