La decisión de Israel el jueves de impedir que dos congresistas estadounidenses ingresen al país debido a presiones de Donald Trump generó críticas generalizadas en Washington, y algunos demócratas advirtieron que la medida amenazó con erosionar el apoyo de Estados Unidos a su aliado de toda la vida.
En una cadena de eventos sin precedentes, el gobierno israelí declaró que prohibiría la entrada a las representantes Ilhan Omar y Rashida Tlaib, las primeras dos mujeres musulmanas elegidas para el Congreso, antes de una visita planificada a Cisjordania. La medida se produjo solo unas horas después de que Trump instó públicamente a Israel a no permitir que las dos legisladoras demócratas ingresen al país en un esfuerzo muy inusual para influir en un gobierno extranjero contra sus oponentes políticos.
Omar respondió al anuncio de Israel afirmando que era “una afrenta” para el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, aceptar la presión de Trump.
“La prohibición musulmana de Trump es lo que Israel está implementando, esta vez contra dos miembros del Congreso debidamente elegidos”, dijo en un comunicado. “Negar la entrada a Israel no solo limita nuestra capacidad de aprender de los israelíes, sino también de los territorios palestinos”.
Añadió: “Lamentablemente, esto no es una sorpresa, dadas las posiciones públicas del primer ministro Netanyahu, quien ha resistido constantemente los esfuerzos de paz, restringió la libertad de movimiento de los palestinos, limitó el conocimiento público de las brutales realidades de la ocupación y se alineó con islamófobos como Donald Trump “.
Más tarde, Tlaib respondió a la decisión de Israel de bloquear su viaje allí, diciendo que mostraba “debilidad”.
Los principales demócratas en Washington condenaron rápidamente las acciones de Israel e instaron a su gobierno a cambiar de rumbo.
“Negar la entrada a los miembros del Congreso de los Estados Unidos es una señal de debilidad, no de fortaleza”, dijo en un comunicado el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, un firme defensor de Israel. “Solo dañará la relación entre Estados Unidos e Israel y el apoyo a Israel en Estados Unidos”.
“Ninguna sociedad democrática debería temer un debate abierto”, agregó. “Muchos partidarios fuertes de Israel estarán profundamente decepcionados con esta decisión, que el gobierno israelí debería revertir”.
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, dijo que estaba “profundamente entristecida” por la noticia.
“La negación de entrada de Israel a las congresistas Tlaib y Omar es un signo de debilidad y está por debajo de la dignidad del gran Estado de Israel”, dijo Pelosi en un comunicado. “Rezo para que el gobierno de Israel revierta esa negación”.
También criticó la interferencia de Trump en el proceso, afirmando: “Las declaraciones del presidente sobre las congresistas son un signo de ignorancia y falta de respeto, y están por debajo de la dignidad de la oficina del presidente”.
Varios contendientes presidenciales demócratas de 2020 también criticaron la decisión de negar la entrada a Omar y Tlaib, que el gobierno israelí atribuyó en gran medida al apoyo de los dos legisladores de primer año al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) por los derechos palestinos.
