Israel está retirando los detectores de metal de las entradas del complejo que alberga la mezquita de Al Aqsa.
La medida fue anunciada el lunes por la noche por la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y está diseñada para poner fin a una crisis sobre el lugar sagrado. Días de enfrentamientos violentos han causado la pérdida de hasta siete vidas.
A pesar del anuncio israelí, sin embargo, un alto clérigo musulmán en Jerusalén dijo que los fieles deben permanecer alejados del santuario en espera de una revisión de los nuevos arreglos israelíes de seguridad.
Ikrema Sabri, el jefe del Comité Supremo Islámico en la ciudad, dijo que tal revisión podría ser completada el martes. Sabri dijo: “Nuestra posición es que, por ahora, nadie debe entrar” en el santuario.
La retirada de los detectores de metal el martes parecía ser parte de un acuerdo por el cual los diplomáticos israelíes fueron repatriados desde Jordania, incluido un guardia de seguridad de la embajada que estuvo involucrado en un tiroteo fatal de dos jordanos el domingo por la noche.
La declaración dijo que el gabinete israelí de seguridad, que se reunió el lunes por la noche, “aceptó la recomendación de todos los organismos de seguridad de incorporar medidas de seguridad basadas en tecnologías avanzadas (” chequeos inteligentes “) y otras medidas en vez de detectores de metales para garantizar la seguridad de los visitantes y de los fieles en la Ciudad Vieja y en el Monte del Templo “.
La declaración agregó que bajo el plan la policía israelí “reforzaría” su presencia alrededor del sitio sagrado. No decía cuándo los detectores de metal serían removidos o qué los reemplazaría. Los medios israelíes informaron anteriormente que las cámaras de alta resolución capaces de detectar objetos ocultos serían la alternativa.
Con información de The Guardian
