Joven se suena la nariz y desprende fuerte y desagradable olor

Un joven de 16 años fue al médico recientemente con una extraña queja: cada vez que se sonaba la nariz, un olor fuerte y desagradable llenaba la habitación.

El joven buscó atención médica por primera vez a los 15 años, luego de varios años de congestión y falta de sentido del olfato. Aparte de estos síntomas y algunas alergias, estaba perfectamente sano, no mostraba signos de amigdalitis u otros trastornos y no bebía ni fumaba.

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El equipo realizó una endoscopia nasal al paciente y no encontró signos de preocupación como masas o lesiones. Sin una causa obvia, lo enviaron con enjuagues nasales, esteroides intranasales en aerosol y antihistamínicos y le dijeron que regresara en cuatro a seis semanas, escriben los médicos en la revista JAMA Otolaryngology – Head & Neck Surgery.

No apareció. Un año después, cuando regresó, fue con un nuevo síntoma: el mal olor que le salía por la nariz cuando se sonaba.

A pesar del olor de su nariz, informó que no tenía mal aliento. Se realizó una tomografía computarizada, momento en el que se encontró una pequeña “estructura esférica” ​​de 9 mm alojada en su cavidad nasal. Alrededor de la esfera había depósitos de calcio que pueden ser causados ​​por inflamación crónica, necrosis o cicatrización, una indicación de que la estructura era un cuerpo extraño.

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Lo llevaron para que le quitaran el objeto. Después de una suave succión, el área comenzó a sangrar, antes de que la causa de sus problemas finalmente desapareciera: una pequeña bala metálica de una pistola de aire comprimido.

Después de una discusión con la familia, descubrieron que le habían disparado en la nariz cuando tenía 8 o 9 años, y desde entonces se había quedado pegada allí, provocando el olor.

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“El cuerpo extraño bloquea las vías de drenaje naturales en la nariz, por lo que hay una acumulación de moco, desechos inhalados y bacterias”, dijo el coautor Dylan Z. Erwin, estudiante de medicina del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio.

Como no había tenido ningún síntoma en ese momento, la familia no le dio importancia y creía que los problemas a los 15 años no estaban relacionados. Había crecido tejido sano sobre la munición, lo que hacía imposible sacarla con un estornudo.

El joven no sufrió ninguna infección grave, y una vez que le quitaron la bolita, pudo sonarse la nariz nuevamente sin que el lugar apestara.

Con información de IFL Science