Su esposa de 57 años acababa de ser trasladada a un hogar de ancianos el verano pasado debido a la enfermedad de Alzheimer, y la tristeza era su única compañera, hasta que su nieto lo sorprendió al cumplir un sueño de toda la vida.
Harrison Gurney, de 12 años, deseaba desesperadamente animar a su abuelo y se le ocurrió un plan para darle la sorpresa de su vida.
Malcolm Hanson había amado a los Spitfires desde que fue testigo de una pelea entre aviones que involucraba a uno de los aviones antiguos cuando era un niño que vivía en el Londres de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
Harrison sabía que soñaba con volar en uno, así que para ayudarlo a celebrar su 80 cumpleaños, el niño escribió cartas a aeródromos y propietarios privados de Spitfire en todo el Reino Unido pidiendo ayuda.
“Me rompe el corazón verlo tan triste. Quiero que vuelva a sonreír ”, decía parte de la carta.
Los jefes del aeródromo de Goodwood en West Sussex estaban tan conmovidos que se ofrecieron a llevarlos a los dos en el avión clásico.
Harrison logró recaudar suficiente dinero para alimentar la sorpresa de su abuelo haciendo las tareas del hogar y ofreciéndose a trabajar en el jardín para otros miembros de la familia.
El señor Hanson finalmente pudo hacer realidad su fantasía de volar por los cielos, e incluso tomó el control del avión.
“Fue absolutamente fantástico, fue la experiencia más asombrosa que he tenido. Haber podido tomar el control del Spitfire ”, dijo Hanson, cuyo padre estuvo en la Royal Air Force durante la guerra. “El piloto hizo giros de barril y algunas inmersiones, fue muy divertido, un día brillante, todo gracias a Harri”.
“Es un sueño de toda la vida hecho realidad. Harri lo sabía y fue y lo hizo posible. Pone su mente en algo y lo sigue hasta el final. Estamos muy orgullosos de él “.
“Mientras estaba allí, pensaba, ‘¿Cuándo voy a hacer un tonel?’ Y luego pude hacer uno e incluso tomar el control, girando a la izquierda y derecha y arriba y abajo. Fue una gran sensación”, compartió.
El personal de la escuela de vuelo de la Academia Boultbee también se sintió conmovido por la carta del joven y se ofrecieron a enviarlo también a Harvard en la década de 1940.
“Harri y su abuelo son como dos guisantes en una vaina”, dijo su madre. “Escribió una carta y quería que le ayudara a encontrar un lugar para enviarla. Cuando lo leí, me hizo llorar. ”
“Decía ‘¿puedes ayudarme a reparar el corazón roto de mi abuelo?’. Estaba preocupado y quería ayudarlo a sonreír de nuevo”, comentó.
Con información de Good News Network
