TIJUANA, Baja California.- El Director del Centro de Integración Juvenil del Soler, Raúl Rafael Palacios Lazos, informó que a partir de entre los nueve y doce años los niños comienzan a ingerir drogas legales como alcohol y tabaco, estos mismo cuando llegan a la edad de diecisiete años optan por consumir sustancias ilegales como marihuana, metanfetamina y cocaína.
Se percibió que los menores de doce años con adicción la mayoría son de escasos recursos o en situación de calle, o bien sus padres han omitido cuidados, mientras que los adolescentes que ingresan a un centro de integración lo hacen porque fueron detectados por un maestro o trabajador de la escuela secundaria.
Pese a que a los centro no llegan niños a rehabilitarse, cuando los responsables indagan en el historial del joven se percatan que su consumo de drogas inició a los nueve años, “andamos viendo alrededor de mil 500 pacientes por año, pero son pacientes de primera vez más los que vienen de años anteriores, lo que si hemos visto es que ahora nos llegan en una fase más insipiente en el consumo de drogas”, explicó Palacios Lazos.
Así mismo, los pacientes que ingresan lo hacen porque en su familia, escuela, ambiente laboral o la justicia les ha obligado a internarse y solucionar su problema de adicción, pero muy pocos llegan por voluntad propia, por lo que deben pasar por diferentes etapas, detectar que tipo de paciente es (nivel de drogadicción), trabajar a que acepten su problema y no resistirse al tratamiento.
“El individuo cuando llega a tratamiento no necesariamente llega con una decisión de querer dejar la droga, lo que hacemos nosotros es ver qué tipo de usuario es, más del 96 por ciento no van con el deseo de dejar la droga, van porque alguien los está presionando, cuántos son los que realmente entran a esta fase de acción y tratamiento, la realidad es que es una mínima cantidad.”
Con información: Monserrat Chávez
