Los republicanos en el Senado de los EE. UU., Con la ayuda de un solo demócrata, han votado para hacer avanzar a Brett Kavanaugh a la votación final, lo que impulsa al juez federal un paso más cerca de la Corte Suprema.
Enfrentado a múltiples acusaciones de conducta sexual inapropiada y preocupaciones sobre su imparcialidad, Kavanaugh superó un obstáculo procesal clave el viernes en una estrecha votación de 51-49 que cayó marcadamente en las líneas del partido.
El resultado allanó el camino para una votación final el sábado, que estaba a punto de confirmar la elección de Donald Trump para el tribunal más alto de Estados Unidos después de que un puñado de senadores clave dijeran que respaldarían a Kavanaugh en el Senado.
Dos de los senadores republicanos moderados, observados de cerca, Jeff Flake de Arizona y Susan Collins de Maine, votaron a favor de Kavanaugh, mientras que Lisa Murkowski de Alaska votó en contra del juez. Joe Manchin, un senador para la reelección en el conservador West Virginia, fue el único demócrata que rompió con su partido.
Murkowski dijo a los periodistas que la votación sobre Kavanaugh fue una de las “evaluaciones más difíciles de su carrera”.
“Creo que es un buen hombre”, dijo a los reporteros, y agregó: “No es el hombre adecuado para el tribunal en este momento”.
Flake, quien la semana pasada pidió la investigación adicional del FBI sobre las acusaciones contra Kavanaugh, dijo que votaría para confirmar al juez. Kavanaugh niega las acusaciones.
Collins asestó un golpe fatal a los opositores de Kavanaugh al afirmar su apoyo al juez y denunció el proceso de confirmación como “una campaña política de alto nivel”.
“No creo que estos cargos puedan evitar que el juez Kavanaugh sirva en la corte”, dijo Collins.
Kavanaugh fue nominado por Trump en julio para reemplazar al juez retirado Anthony Kennedy, un conservador que a menudo actuaba como un voto de turno en temas que van desde los derechos LGBT hasta el aborto. Si se confirma a la publicación de por vida, Kavanaugh cambiaría la corte en una dirección firmemente conservadora durante las próximas décadas.
