La “amenaza mexicana”

 

BRUSELAS (proceso).- Las “oscuras redes” internacionales que controla el Cártel de Sinaloa se extienden hasta Australia, donde los servicios de inteligencia, la policía y la academia advierten del gran peligro que esa “amenaza mexicana” y la de otros cárteles significan para la estabilidad y la seguridad nacionales.

- Publicidad-

Un reporte reciente del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa, de la Universidad Nacional Australiana, alerta: “La aparición de los cárteles mexicanos de la droga –principalmente el de Sinaloa– en los mercados locales significa no sólo un desafío de orden criminal, sino también estratégico: el tamaño de sus operaciones, recursos y oscura estructura de redes los hace unos enemigos difíciles de combatir”.

El reporte –cuya copia tiene Proceso– continúa: “La presencia de los cárteles mexicanos amenaza no sólo con incrementar el abasto de drogas ilícitas en Australia, sino también con fomentar guerras por territorios, incrementar la cantidad de armas disponibles en el país y los recursos necesarios para nuestra seguridad fronteriza, así como amenazar la estabilidad y los gobiernos de los puntos de tránsito de los estupefacientes en la región del sur del Pacífico.

“Esta economía ilegal”, sigue el documento, “forma parte de una amenaza emergente a la seguridad, que se genera en Latinoamérica. Como tal, la estabilidad de esa región y sus desafíos deben ser tratados como un asunto importante de preocupación para la seguridad nacional de Australia”.

- Publicidad -

El reporte Los cárteles mexicanos de la droga y sus oscuras redes: una amenaza emergente para la seguridad nacional de Australia, fue elaborado por Anthea McCarthy-Jones, profesora investigadora de la Escuela de Gobierno y Política de la Universidad Nacional Australiana y experta en relaciones entre Latinoamérica, Asia y Australia.

El documento –dirigido a una “audiencia política”– recuerda que el poder de los cárteles mexicanos y el grado de violencia de las disputas entre ellos “ha crecido exponencialmente en la última década”.

- Publicidad -

Considera que la guerra del gobierno mexicano contra el narcotráfico “subestimó seriamente el grado en que los cárteles habían acumulado grandes arsenales para defender sus territorios y rutas de drogas lucrativas”. También se minimizó, agrega el reporte, “la infiltración generalizada y a gran escala de los cárteles en las instituciones del gobierno mexicano y en las fuerzas del orden”.

Expone igualmente que en la actualidad esos grupos criminales están buscando extender sus operaciones fuera de México, por lo que se han expandido hacia “mercados internacionales lucrativos”, como el europeo y el de Asia-Pacífico.

En la década actual –afirma el reporte– se ha producido “un viraje económico favorable para la región Asia-Pacífico, pero esta concentración de actividad no ha estado limitada a formas legítimas de comercio económico y está atrayendo una nueva ola de actividad económica ilícita que busca explotar la riqueza recién descubierta de la región”.

Plantea que es en este contexto que Australia “se ha convertido en un objetivo de varios cárteles mexicanos, (los cuales) ya han establecido vínculos en la zona de Asia-Pacífico e intentan fortalecerlos y expandirlos, con un enfoque particular en la penetración del mercado australiano”.

Relaciones integrales

Las alertas sobre la presencia de los cárteles mexicanos en Australia se activaron en 2010, cuando fueron capturados dos narcotraficantes mexicanos durante una operación antinarcóticos efectuada por la Policía Federal australiana, señala el reporte sin dar más detalles. Fue la primera vez, añade, que la policía identificó “relaciones directas” entre el narco mexicano y el mercado australiano de drogas.

Las autoridades de ese país redoblaron entonces la vigilancia en sus fronteras: entre 2010 y 2011 duplicaron, en comparación con años precedentes, el número de decomisos de cocaína.

El reporte cita una nota de la radio estadunidense WBUR del 3 de marzo de 2012, según la cual operadores del Cártel de Sinaloa han visitado Australia para ponerse en contacto con distribuidores locales de drogas, mientras que traficantes australianos han viajado a “Latinoamérica” con el mismo objetivo.

En julio de 2014 la Policía Federal y la Agencia Criminal Australiana (ACC) capturaron en Sidney a otros dos mexicanos que estaban en posesión de armas, 2 millones de dólares en efectivo y 30 kilos de lo que parecía ser metanfetamina cristalina, con un valor en el mercado de más de 30 millones de dólares, según un despacho de la Australian Associated Press (AAP).

El presidente ejecutivo de la inteligencia australiana, Chris Dawson, comentó a la APP: “Sólo necesitas ver la violencia que existe en las calles de México y enterarte de las miles de personas que han muerto a manos de los cárteles mexicanos para darte cuenta de su peligrosidad; y ellos ahora están buscando entrar a Australia (…) Son gente muy, muy violenta, con una historia de asesinatos, agresiones y tráfico de veneno en nuestras comunidades”.

El reporte del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa ubica las razones que atraen del mercado australiano al Cártel de Sinaloa, y que corresponden a lo que el documento llama factores de “empuja” y “jala” (push and pull).

La primera razón es la caída de la demanda de cocaína y metanfetaminas en Estados Unidos. El precio de tales sustancias se debilitó en comparación con lo que cuestan en Europa y la región Asia-Pacífico, motivo por el cual el Cártel de Sinaloa y otras organizaciones mexicanas en menor medida –Los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación– fueron “empujadas” a extender sus negocios a otras latitudes.

La segunda razón, que está “jalando” el interés de los cárteles mexicanos en Australia, deriva de una cifra que proporciona la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC): el número más grande de usuarios de estimulantes de tipo anfetamina en el mundo se encuentra en el este de Asia y en Oceanía: 9.5 millones de personas, a quienes hay que sumar otros 3.9 millones de usuarios de éxtasis.

China, Corea, Japón, Indonesia y Australia son países que “nunca antes” habían tenido tanta demanda de drogas ilícitas como hoy, fenómeno emparejado con su rápido crecimiento económico en las últimas dos décadas. Y los narcotraficantes mexicanos, que “han expandido radicalmente su producción y distribución de anfetaminas”, han terminado por ser atraídos por esos “lucrativos mercados”, explica el reporte australiano, que también menciona la fortaleza del dólar australiano y la fácil conversión en dólar estadunidense.

Puntualiza además que información de las agencias de seguridad australianas identificaron crecientes vínculos entre grupos chinos del crimen organizado y los cárteles mexicanos, que importan a México precursores vendidos por traficantes chinos para producir metanfetaminas. Una vez que están listas las drogas, son reenviadas a China desde Jalisco.