La forma en que cayó el helicóptero que mató a la gobernadora de Puebla fue descrita hoy como inusual por los funcionarios federales de transporte.
El helicóptero Agusta, de fabricación italiana, cayó casi verticalmente y boca abajo el 24 de diciembre, matando a Martha Erika Alonso, su esposo, el ex gobernador, un asistente y dos pilotos.
“Sí, fue inusual, no era normal [y] es una de las cosas que llama la atención”, dijo el subsecretario de transporte Carlos Alfonso Morán Moguel.
La caída fue “casi vertical, a 60 grados y, además, invertida”, dijo.
Otro factor inusual fue que las cabezas de varios tornillos en el rotor principal habían tenido sus cabezas cortadas, pero los investigadores han concluido que el impacto de la aeronave que golpeó el suelo fue la causa.
El secretario de Transporte, Javier Jiménez Espriú, dijo que la causa del accidente sigue siendo desconocida. La investigación no ha podido determinar si fue una falla mecánica, un error humano o el clima.
Las autoridades ahora esperan los resultados de los estudios de varios componentes del helicóptero que se están llevando a cabo en Italia, Estados Unidos y Canadá.
