La “confusión” de Netanyahu

JERUSALÉN (proceso). .- Menos de 140 caracteres en Twitter bastaron para provocar un profundo malestar diplomático de México hacia Israel: “El presidente Trump tiene razón. Yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Contuvo toda la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”.

Así se expresó el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en la red social el pasado 28 de enero, después de que el presidente estadunidense anunció su intención de construir un muro en la frontera con México.

- Publicidad-

El mensaje de Netanyahu molestó al gobierno mexicano, a la comunidad judía de este país y a la mayor parte de sus ciudadanos. Las relaciones bilaterales, estrechas y fructíferas, se veían en la cuerda floja debido a este breve mensaje. “Sorpresa, reprobación y decepción”, fueron las palabras usadas por los responsables mexicanos. “Este tuit ha dañado nuestra cooperación”, dijo Enrique Peña Nieto a su par israelí Reuven Rivlin.

Más de 50 mil judíos viven en México, país que también cuenta con una significativa comunidad en Israel y que, según Rivlin, hace de “puente entre los dos países” y fortalece su cooperación. Las relaciones entre los dos Estados son muy cordiales. Un ejemplo de ello: Enrique Peña Nieto fue el único presidente latinoamericano presente en el funeral del exdirigente israelí Shimon Peres, el pasado septiembre.

En Israel, el tuit de Netanyahu también fue recibido con profundo desagrado. Para el militante del partido de centro Yesh Atid, Yair Lapid, quien no oculta su deseo de convertirse en el próximo primer ministro, fue “una declaración de guerra gratuita a México”.

- Publicidad -

“Es difícil entender en qué estaba pensando Netanyahu cuando envió ese elogio al plan de Trump. Tal vez pensó que estaba haciendo un favor a Trump, tal vez quería aprovechar la oportunidad para presumir del muro construido por Israel en su frontera sur o tal vez las investigaciones policiales contra el primer ministro por actos de presunta corrupción le están nublando el juicio”, publicó el periódico israelí Haaretz en su editorial del 31 de enero, titulado El daño de un tuit innecesario.

El diario lamentaba que este mensaje pudiera avivar una ola de antisemitismo en un país amigo como México y criticaba que Netanyahu esté haciendo cualquier cosa para acercarse a Donald Trump.

- Publicidad -

“Es cierto que aliarse con Trump favorecerá los intereses israelíes, pero hay una diferencia grande entre fomentar un acercamiento y caer en una conducta impropia de autodesprecio y adulación”, agregó el respetado diario.

 

“Malentendido”

 

El ministro israelí de Interior, Arye Deri, fue el primero que pidió firmemente a Netanyahu que se disculpara. “No entiendo por qué lo hiciste. Es un asunto interno”, increpó al primer ministro, según una conversación reproducida por varios diarios israelíes.

“Has provocado una gran confusión con el gobierno mexicano y con la comunidad judía de aquel país. Los judíos mexicanos violaron incluso el shabbat para lanzar una petición en tu contra”, le acusó el ministro, miembro del partido religioso Shas, asegurando que había recibido mensajes de rabinos mexicanos comunicándole la decepción que sentía la comunidad judía en el país.

La explicación de Netanyahu a su ministro fue simple: él no se había inmiscuido en el tema central entre México y Estados Unidos que es, según él, quién financiará la construcción del muro en la frontera mexicana, y por tanto no había interferido en asuntos de otros países.

“Tal vez Netanyahu está siguiendo los pasos de Trump y se niega por principio a pedir perdón porque cree que es un signo de debilidad”, siguió fustigando Haaretz.

Pero México esperaba sus disculpas y aunque Netanyahu no se desdecía, desde el gobierno israelí comenzaron a llegar explicaciones para intentar calmar los ánimos.

“Netanyahu en su tuit se refería a que estamos dispuestos a compartir con otros países nuestra experiencia en materia de seguridad. No expresaba una posición sobre las relaciones entre México y Estados Unidos. Ha habido un malentendido, su tuit no tenía nada que ver con México”, explica a Proceso el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Emmanuel Nahshon.

“Debido a la sensibilidad actual en México, tal vez la gente tuvo una impresión diferente”, agrega.

Los responsables palestinos vieron en esta tensión diplomática entre México e Israel un paralelismo con su propio destino y calificaron a Netanyahu de “racista” por apoyar el muro en la frontera mexicana.

“Para Netanyahu, la política de Estados Unidos encaja perfectamente con lo que él hace a los palestinos. ¿Quién mejor que Netanyahu para aplaudir el muro de Trump?”, se pregunta en una conversación con Proceso el diputado palestino Fayez Saqqa.

“Es terrible y muy triste apoyar un hecho que el mundo entero condena, como es la construcción de este muro en la frontera con México. Pero Israel va a ser claramente el máximo beneficiado de las políticas extremistas y desequilibradas de Trump”, agrega.

Los palestinos sienten que a Netanyahu le han crecido las alas desde que Trump llegó a la Casa Blanca. Sus más recientes decisiones, como autorizar 6 mil nuevas casas en asentamientos judíos en tierra palestina, muestran que el gobierno del primer ministro se siente muy respaldado por la administración Trump, que guarda un silencio sepulcral ante las noticias que llegan de Israel.

“Deseamos a México que sepa defenderse de estas medidas ilegales que vulneran sus derechos. Esperamos que la decisión de construir este muro encienda una luz de alerta internacional sobre otros muros. Israel ha construido centenares de kilómetros de barreras que separan a los palestinos, convierten nuestras ciudades en guetos y el mundo no ha hecho gran cosa hasta ahora. Hay condenas pero no hechos”, lamenta Zaqqa.

 

–fin–