La crisis que se avecina

Ya es común ver a los haitianos, africanos y otros inmigrantes extranjeros deambular por el centro de Tijuana, a veces para perder el tiempo en lo que vuelven a comer a alguno de los albergues donde reciben techo y sopa, pero también para buscar alguna oportunidad de trabajo.

Mecánicos, baristas, técnicos o meseros, son algunas de las actividades que emprenden, pues el dinero con que llegaron ya no alcanza.

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No obstante la negativa de Estados Unidos a aceptar migrantes extranjeros, principalmente haitianos, cientos de caribeños y ciudadanos de El Congo, Pakistán, Costa de Marfil, Rusia y Ucrania entre otros, siguen llegando a Tijuana para iniciar un trámite ante las autoridades migratorias del vecino país.

Al respecto, Margarita Andonaegui, administradora del Desayunador del Padre Chava, explica que “se distribuyeron 600 permisos más, no permisos, la dinámica que se está implementando se distribuyeron más de 900 permisos control de ingresos, para que ellos puedan ingresar en una forma ordenada”.

Los extranjeros, muchos de los cuales ya comenzaron a trabajar en los talleres mecánicos y de carrocería de la zona centro, pues el dinero con que llegaron a esta frontera ya se les terminó, siguen esperanzados en que Estados Unidos los admita.

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Tras el trágico terremoto de enero de 2010 en Haití, la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) de los Estados Unidos temporalmente detuvo las deportaciones de los ciudadanos haitianos, declaró el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Hohnson, sobre la directiva para reanudar deportaciones a Haiti.

El 1 de abril de 2011, ICE anunció la reanudación de deportaciones limitadas de ciudadanos haitianos con órdenes finales de deportación, sentenciados por crímenes serios, o bien que representaban un riesgo a la seguridad nacional.

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Desde entonces, la situación en Haití ha mejorado lo suficiente para permitir que el gobierno de los Estados Unidos deporte a los ciudadanos haitianos de manera habitual, de acuerdo con la práctica que se lleva a cabo con los ciudadanos de otros países.