La ‘Cruzada contra el hambre’ de EPN ha sido un fracaso, según estudio

Según muestran los estudios, la ‘Cruzada contra el hambre’ implementada por el actual gobierno federal no logró cumplir su objetivo clave de erradicar la pobreza alimentaria.

El presidente Peña Nieto anunció la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) en diciembre de 2012 como la principal estrategia de lucha contra la pobreza de su gobierno.

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El programa, que tenía cinco objetivos principales, incluida la eliminación total del hambre mediante la disponibilidad adecuada de alimentos, se lanzó oficialmente el mes siguiente en un evento en Chiapas.

Pero casi seis años después, todavía hay más de 20 millones de mexicanos que no tienen acceso a suficientes alimentos, según las estadísticas.

Varias auditorías y evaluaciones realizadas durante el período de seis años de Peña Nieto revelaron una serie de problemas en el diseño y la implementación de la CNCH, pero los problemas no se corrigieron, informó hoy el periódico Reforma, por lo que la cruzada no logró sus objetivos.

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Además de erradicar el hambre, incluyeron la eliminación de la desnutrición infantil y el aumento de la producción de alimentos y los ingresos de los pequeños agricultores.

Dos años después de la implementación de la iniciativa, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una agencia gubernamental, advirtió que la CNCH no estaba avanzando en su objetivo clave de eliminar el hambre.

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“En términos de . . . “Se observa un impacto de la cruzada, una reducción de dos puntos porcentuales en la pobreza extrema, pero no se observa ningún efecto en el indicador con respecto a la falta de acceso a los alimentos”, según un informe de Coneval 2015.

Más tarde, en 2015, la Oficina del Auditor Federal (ASF) dijo que había problemas en el diseño de la cruzada, implementada por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y que no había información clara sobre cómo se estaba utilizando su presupuesto. .

La ASF también advirtió que la cobertura de la cruzada se limitaba a menos del 60% de la población a la que se dirigía y que los 50 programas que participaban no proporcionaban ningún dato que permitiera medir el impacto en la vida de las personas.

En su informe de cuentas públicas de 2016, el ASF dijo que Sedesol no realizó un seguimiento adecuado de la implementación de sus programas de la CNCH y que tampoco había informado sobre el presupuesto total asignado a la cruzada.

A fines del mes pasado, la oficina del auditor aconsejó a Sedesol que modificara o terminara el programa porque más de cinco años después de su inicio aún estaba plagado de los mismos problemas en su diseño e implementación que socavaron su efectividad.

Alejandro Gómez, experto en política de desarrollo social, dijo que la cruzada solo podría describirse como un fracaso.

“. . . El indicador final del éxito de la cruzada, precisamente [los niveles de] pobreza alimentaria y el acceso a los alimentos, no mejoró sustancialmente. . .” él dijo.