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La economía del narco

Al final, los homicidas, porque eso son aunque sus actos sean culposos y no dolosos, gozan de su plena libertad

El dinero manchado de sangre aceita y al mismo tiempo frena el avances de la economía de México

Según voces de la embajada de Estados Unidos en México, la destrucción de los cárteles del crimen organizado fortalecerá la economía de nuestro país, una afirmación que vale la pena analizar a la luz del doble filo que representa el dinero del narco.

Sin duda que los grupos criminales han frenado inversiones y han desestabilizado la cadena de suministros de diversos insumos en nuestro país.

Desde los robos y asaltos a camiones de carga que se dispararon en el gobierno de Vicente Fox, hasta el cobro de piso que se disparó durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos hemos sido testigos del freno de mano que conllevan los grupos criminales, que además del trasiego de droga se han dedicado al robo de mercancía, al cobro de piso, al secuestro y otros delitos.

De acuerdo a el portavoz de la Embajada de Estados Unidos en México, David Arizmendi, estas agrupaciones dañan a las pequeñas y a las grandes empresas y afectan a los trabajadores, un fenómeno económico que sin duda es cierto.

La otra cara de la misma moneda es que el dinero del narcotráfico fortalece la economía de determinadas regiones del país, e incluso del mundo, al mismo tiempo en que daña la de otras entidades, ciudades y hasta regiones.

Basta analizar la contribución del tráfico de estupefacientes a la economía de estados como Sinaloa para darnos cuenta que en esa y otras entidades, los jefes del crimen destinaron fuertes recursos incluso para la construcción de obras públicas de las cuales, sin esa aportación, los residentes de los municipios más olvidados seguirían en el olvido.

En los años 90, era más caro un metro cuadrado en Culiacán que en Mazatlán, destino turístico por excelencia, dada la propensión de los capos del narco a comprar terrenos, casas y propiedades en general a manera de lavado de dinero.

Basta ver también que el dinero del narcotráfico encarece las propiedades, propicia una mayor derrama en la compra de artículos de alto valor como carros, joyas y varios etcéteras.

El dinero del narcotráfico tiene dos caras, como lo demostró en su momento el capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien con una mano construía casas para los pepenadores del basurero de su barrio, mientras con la otra colocaba bombas y ordenaba matar no solo a quienes se le oponían sino también a quienes colaboraban con su organización pero para la cual ya no eran útiles.

Al final es un dinero manchado con sangre, que en el caso de nuestro país, aceita la economía de algunos pueblos y ciudades. El dinero manchado de sangre aceita y al mismo tiempo frena el avances de la economía de México.