La juventud de Paraguay se moviliza contra el presidente: “La ira necesita ser organizada”

La crisis en curso en Paraguay por planes para cambiar la constitución –que la semana pasada provocó que el congreso estallara literalmente en llamas– está empujando a estudiantes y jóvenes hacia las líneas de frente del activismo político.

Los jóvenes constituyeron el grueso de las multitudes que desafiaron los gases lacrimógenos y las balas de goma para protestar contra una votación en el congreso que podría ver a Horacio Cartes, del partido Colorado de derecha, permanecer en el poder por otros cinco años a partir de 2018.

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Los estudiantes de medicina dieron primeros auxilios a los heridos y fueron atrapados en el fuego cruzado.

Rodrigo Quintana, miembro del Partido Liberal de 25 años de edad, murió tras ser fusilado en la espalda por la policía en el cuartel general del partido el 31 de marzo, galvanizando la ira generalizada contra la conducta del gobierno.

Las asociaciones estudiantiles se han reunido para condenar la violencia policial y protestar contra el intento de Cartes por usar una enmienda constitucional para cambiar las reglas sobre los límites del mandato, algo que, según la Constitución, requiere una asamblea constituyente elegida.

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“El número de personas nos sorprendió”, dijo Rodrigo Ayala, presidente de la Universidad Católica (UCA). “Los padres de muchas personas no los dejaban ir porque pensaban que estarían arriesgando sus vidas; así que mintieron y dijeron que iban a ir de compras”, agregó.

Desde entonces, los estudiantes han ayudado a organizar una campaña de petición, celebraron vigilias a la luz de las velas y convocaron a huelgas. Alumnos de secundaria se han incorporado: los estudiantes salesianos realizaron una marcha masiva, mientras que otros marcharon a lo largo de los caminos rurales bajo la lluvia.

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Este liderazgo emergente refleja una población en la que casi el 50% de las personas tienen menos de 25 años, pero también llena el vacío que dejaron los partidos principales.

La mayoría del partido de Colorado está detrás de la impulsión de Cartes para pasar la reelección. Lo mismo sucede con la coalición de izquierdas Frente Guasú, que espera que el movimiento permita que el ex presidente de la izquierda Fernando Lugo -que fue derrocado en 2014- compita las elecciones del próximo año.

El líder liberal, Efraín Alegre, dijo que los acontecimientos de la semana pasada equivalían a un “golpe de Estado”. Pero el propio Partido Liberal está dividido, y muchos resienten su papel en y después de la polémica derrota de Lugo en 2012.

Algunos han sugerido que la enmienda -aunque inconstitucional- es la mejor oportunidad de la izquierda para volver al poder a través de Lugo. Otros buscan poner la actual crisis constitucional de Paraguay en el contexto del derrocamiento de Lugo en 2012.

“Es importante profundizar este debate estéril contra la enmienda”, dijo Sandino Flecha, estudiante de ciencias agrarias.

Pero tales advertencias pueden dar a Cartes espacio para cambiar la constitución y ganar de nuevo en 2018. Pero incluso si Cartes consigue su camino, los estudiantes planean construir sobre la indignación de la semana pasada. “La ira dura sólo un día”, dijo Clara Berendsen, estudiante de política. “La ira necesita ser organizada.”