RÍO DE JANEIRO — El juez de la suprema corte brasileña que supervisaba partes de la investigación de corrupción en Petrobras, la estatal brasileña, murió el jueves al estrellarse el avión en el que viajaba.
El incidente sacudió al país en momentos en que los investigadores han intensificado sus esfuerzos para procesar a figuras políticas de todo tipo por sobornos.
Zavascki, de 68 años y con una carrera judicial de 46, falleció junto con otras dos personas, el hotelero Carlos Alberto Filgueiras y el piloto Osmar Rodrigues. Viajaban en un Beechcraft King Air C90 que se desplomó sobre el Atlántico cerca de Paraty, pueblo colonial costero ubicado entre São Paulo y Río de Janeiro.
La causa del incidente se desconoce hasta el momento. La Policía Federal brasileña ya abrió una investigación al respecto, la cual será seguida cercanamente a lo largo del país dada la influencia que Zavascki tenía en el sistema judicial.
El juez, a pesar de mantener un perfil bajo desde que fue nombrado por la expresidenta Dilma Rousseff al máximo tribunal en 2012, estuvo detrás de algunas de las decisiones más atrevidas emitidas por la corte en los últimos años. Por ello, se ganó una reputación de un juez listo para ponerle freno a distintos abusos por parte de legisladores influyentes y líderes empresariales.
En 2015, por ejemplo, el juez Zavascki ordenó el arresto y detención de Delcídio do Amaral, senador del entonces oficialista Partido de los Trabajadores. Y en 2016 encabezó la expulsión del líder de la cámara baja, Eduardo Cunha, quien orquestó el juicio político de Rousseff.
Una cantidad considerable de políticos están en vilo por las revelaciones de los sobornos por parte de Odebrecht, la mayor constructora del país y uno de los principales contratistas de Petrobras. Zavascki estaba supervisando la ratificación del acuerdo de delación de los acusados de Odebrecht, con el cual decenas de políticos brasileños fueron acusados de recibir sobornos de la empresa.
Algunos brasileños destacados sugirieron que la caída del avión fue planeada por alguien.
“Este ‘accidente’ necesita ser investigado a fondo”, dijo en Facebook Márcio Adriano Anselmo, investigador federal del caso Petrobras. Anselmo dijo que la muerte de Zavascki es “el preludio del fin de una era” antes de editar y borrar partes de su publicación en la red social.
Con el fallecimiento de Zavascki surgen importantes preocupaciones sobre la dirección de la indagación de Petrobras y la independencia judicial. El presidente Michel Temer podrá nominar al remplazo del juez, con lo que ejercería influencia sobre la suprema corte al mismo tiempo en el que su fuerza política, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño, enfrenta críticas severas por varios casos de corrupción y por aparentes esfuerzos para acallar la investigación de la petrolera.
Los otros diez magistrados del Supremo Tribunal Federal ayer intentaban acelerar el proceso de nominación de quien vaya a asumir ahora las riendas del caso Petrobras, ante preocupaciones de que algún retraso permita a legisladores bajo investigación puedan evitar ser condenados. Debido a que tienen fuero, los políticos de alto rango y congresistas deben ser enjuiciados por la corte suprema.
“No podemos esperar”, dijo el juez Marco Aurélio Mello en referencia al nombramiento de un nuevo integrante de la corte, que podría tardar casi un año en ser confirmado en audiencias del senado.
Sergio Moro, el popular juez que está a cargo de prácticamente toda la investigación de Petrobras, dijo que Zavascki era “un ejemplo para todos los jueces, fiscales y abogados en este país”.
“Sin él, no existiría la investigación de Lava Jato“, dijo, en referencia al nombre dado a la investigación por un negocio de Brasilia que ayudaba a lavar el dinero del esquema de corrupción.
