Con lágrimas y emociones, Chapecoense vuelve a jugar

El Chapecoense volvió a jugar al fútbol este sábado en un amistoso contra el Palmeiras para iniciar una nueva historia.
Y en medio de lágrimas y emociones, lograron un empate a dos, aunque el resultado es lo de menos.
Un momento emotivo se vivio una hora antes del partido, cuando los tres jugadores que sobrevivieron al accidente aéreo levantaron la Copa Sudamericana-2016 que la tragedia no les dejó ganar en la cancha.
El portero Jackson Follmann, que sufrió la amputación de parte de la pierna derecha tras el accidente, junto al defensa Neto y al lateral Alan Ruschel levantaron el trofeo bajo una lluvia de aplausos.
Otro momento de intensidad se vivió cuando las esposas de las víctimas, homenajeadas con un pasillo de honor formado por los niños del club.
Cada una recogió las medallas que hubieran recibido sus maridos, entre sentidas lágrimas de recuerdo y los gestos de cariño de los directivos.
Con las preseas ya al cuello, se unieron a los supervivientes para dar una emocionante vuelta de honor al estadio.
El Chapecoense se dirigía el 28 de noviembre a Medellín para disputar con el Atlético Nacional el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana cuando el avión se estrelló en las montañas colombianas muy cerca de Medellín cuando se quedaron sin combustible.
De las 77 personas que iban a bordo, 71 fallecieron. Los otros sobrevivientes son el periodista radial Rafael Henzel y dos tripulantes bolivianos, Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
Lo recaudado en el partido será destinado a las esposas de quienes fallecieron en la tragedia.