Los sprites, las naves espaciales más pequeñas jamás lanzadas están viajando con éxito en órbita terrestre baja y comunicándose con sistemas en la Tierra, han anunciado científicos.
Conocidos como “sprites”, los satélites en miniatura son sólo 3,5 cm cuadrados y llevan radios, sensores y computadoras, con cada dispositivo alimentado por la luz del sol y el peso de sólo cuatro gramos.
Mientras que los nanosatélites conocidos como CubeSats han sido previamente enviados al espacio, tales sistemas tienen una masa miles de veces la de los Sprites, con un peso de más de 1kg.
Los científicos dicen que el último desarrollo es un importante precursor de un ambicioso intento de enviar sondas espaciales a planetas más allá de nuestro sistema solar, llamado Breakthrough Starshot.
“Esta es una nueva frontera de minúsculas naves espaciales de escala de gramos”, dijo el profesor Avi Loeb de la Universidad de Harvard, presidente del comité asesor de la Iniciativa Starshot.
Los sprites, agrega Loeb, también son baratos. “Cada uno de ellos es sólo decenas de dólares en costo”, dijo.
Anunciado el año pasado por Stephen Hawking y el empresario ruso Yuri Milner, que ha invertido $ 100 millones en los primeros cinco años del proyecto, Breakthrough Starshot tiene como objetivo desarrollar chips con un peso aproximado de un gramo y adaptarlos a una vela ligera antes de propulsar A través del espacio con un láser de 100 mil millones de vatios.
“La razón por la que uno necesita bajar de peso es porque para alcanzar las estrellas más cercanas en nuestra vida, la nave espacial necesita moverse a una fracción de la velocidad de la luz, un quinto de la velocidad de la luz”, dijo Loeb .
Mientras que los Sprites han sido transportados previamente a bordo de la Estación Espacial Internacional, esta es la primera demostración de que es posible lanzar un satélite miniaturizado tan ligero al espacio y comunicarse con él.
El proyecto sprite está dirigido por Zac Manchester, ahora un investigador que trabaja con Loeb en la Universidad de Harvard, quien comenzó a trabajar en la nave espacial hace casi una década, antes de que el proyecto se convirtiera en parte de la iniciativa Breakthrough Starshot.
Dos Sprites están actualmente pegados al exterior del satélite Latvian Venta y del satélite italiano Max Valier, pequeños sistemas construidos por la empresa con sede en Alemania OHB System AG y lanzados juntos en junio.
Con información de The Guardian
