Las corporaciones abren sus chequeras para patrocinar la toma de posesión de Trump

WASHINGTON — Cuando Donald Trump entre al escenario donde se celebrará su toma de posesión, tendrá que agradecerle a la clase empresarial de Estados Unidos por el caluroso recibimiento.

Chevron, el gigante del petróleo, ha donado 500.000 dólares para los festejos que durarán días. Boeing, que ha sido un objetivo de Trump, prometió realizar donaciones por un millón de dólares. Se dice que Sheldon y Miriam Adelson, gigantes de la industria de las apuestas, han superado esas cifras con sus donativos.

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En resumen, los organizadores de la celebración afirman haber recabado más de 100 millones de dólares, casi el doble de la cifra récord destinada para esta ceremonia en el pasado; la mayoría de ese dinero proviene de las oficinas corporativas de Estados Unidos.

A cambio, los donantes más generosos de Trump tendrán acceso a una semana de festejos por la toma de posesión, durante la cual podrán codearse con miembros de la futura administración en banquetes íntimos y atestiguar el ascenso de Trump desde la primera fila.

Sin importar cuál partido controle la Casa Blanca, cada cuatro años las corporaciones y los millonarios abren sus chequeras, y los equipos presidenciales los recompensan con eventos privados y otros incentivos.

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Sin embargo, los expertos en ética opinan que a los donantes de Trump se les está dando un mayor acceso y menores restricciones a las donaciones en comparación con las ceremonias previas, a pesar de la promesa de campaña de “drenar el pantano” de los intereses especiales en Washington.

“Esto se trata simple y llanamente de vender el acceso al presidente, vicepresidente y el gabinete”, dijo Craig Holman, un cabildero registrado de Public Citizen, un grupo ético y no partidista de Washington. “Se trata de la venta descarada de acceso sin restricciones”.

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El monto de la recaudación de fondos también demuestra que la clase empresarial de Estados Unidos está aceptando que tendrá que hacer negocios con Trump, quien se ha mostrado muy dispuesto a criticar a las empresas. La toma de posesión les ofrece a las corporaciones, la primera oportunidad para demostrar su apoyo.

En una declaración a The New York Times sobre el trabajo de recaudación de fondos del comité, Boris Epshteyn, vocero del comité de organización de los festejos, dijo que se sintieron “honrados y sorprendidos por las increíbles manifestaciones de apoyo” y se están concentrando en organizar eventos de “clase mundial” para honrar la historia de la nación.

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