Las fuerzas de élite iraquíes entraron este viernes en un barrio del oeste de Mosul por primera vez desde el lanzamiento, hace cuatro meses, de una ofensiva para arrebatar esta ciudad iraquí al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Tras controlar totalmente el aeropuerto de Mosul, situado en la periferia suroeste, las fuerzas gubernamentales entraron de lleno en terreno yihadista, su primer gran éxito en la operación lanzada el domingo para reconquistar la zona oeste de la segunda ciudad de Irak, de la que el grupo EI se apoderó en 2014.
Sami al Aridhi, teniente de las unidades de élite antiterroristas, anunció que después de tomar la base de Ghazlani, adyacente al aeropuerto, y una aldea al sudoeste de la ciudad, sus hombres habían entrado en un barrio residencial del oeste de Mosul.
“Atacamos y retomamos el control total de la base de Ghazlani, así como Tal al Rayan (…) y estamos atacando el barrio de Al Maamun”, declaró.
Los yihadistas habían destruido los edificios del aeropuerto al inicio de la ofensiva iraquí para recuperar la ciudad de Mosul el 17 de octubre, según el general Abas al Juburi, comandante de la Fuerza de Intervención Rápida (FIR) del Ministerio del Interior, que dirigió el asalto.
Pese a ello, soldados y policías iraquíes encontraron poca resistencia por parte de los yihadistas en el aeródromo, inutilizado desde que el grupo EI expulsó al ejército de Mosul y de la región en junio de 2014, en una ofensiva relámpago que le permitió proclamar un ‘califato’ a caballo entre Irak y Siria.
No obstante, en el interior de la zona oeste de Mosul, los yihadistas opondrán una resistencia previsiblemente mucho mayor.
Unos 2.000 combatientes del grupo EI permanecen en la ciudad, según las estimaciones de la inteligencia estadounidense.
Rodeados por todas partes, es probable que se defiendan hasta el final multiplicando los ataques suicidas, la pesadilla de los soldados iraquíes.
En la línea del frente, Washington apoya con asesores militares a las fuerzas de Bagdad, que también cuentan con el respaldo de los bombardeos de la coalición internacional antiyihadista.
Preocupados por los civiles
La batalla por el oeste de Mosul se anuncia como una de las más sangrientas contra el grupo EI.
La ONU y las ONG han expresado su preocupación por las 750.000 personas que habitan en ese sector de la ciudad, de los cuales cerca de la mitad son niños.
Sus condiciones de vida son cada vez más precarias en esa zona aislada del exterior y a la que no llegan abastecimientos.
El miércoles por la noche, un avión del ejército lanzó miles de cartas escritas por los habitantes del este de Mosul destinadas a los civiles bloqueados en la rivera oeste del Tigris, el gran río que divide la ciudad.
“Sean pacientes y ayúdense unos a otros (…) El fin de la injusticia está cerca” se puede leer en una de ellas, firmada por “Gente del lado este”. “Permanezcan en sus casas y cooperen con las fuerzas de seguridad. Son sus hermanos, han venido para liberarlos”, se aconseja en otra carta.
Según fuentes médicas y habitantes de la ciudad, los más débiles empiezan a morir de desnutrición y por la falta de medicamentos.
Cerca de la frontera con Jordania, el grupo yihadista mató este viernes a 15 guardias fronterizos iraquíes, según unos responsables militares.
En la vecina Siria, el grupo EI se defiende también con uñas y dientes, tras los reveses sufridos en los últimos meses.
Bombardeo iraquí en Siria
La fuerza aérea iraquí bombardeó posiciones del grupo EI en Siria, anunció este viernes el primer ministro, Haider Al Abadi, en un comunicado.
“Hemos ordenado al mando de la fuerza aérea bombardear las posiciones de los terroristas de Dáesh (en los sectores) de Huseibeh y Bukamal, en territorio sirio”, declaró, usando un acrónimo en árabe del EI.
La operación fue “un éxito”, precisó antes de agregar, sin más detalles, que los blancos tenían relación con los recientes atentados de Bagdad.
Según el mando iraquí de operaciones conjuntas, los bombardeos se llevaron a cabo este viernes.
La localidad de Bukamal está situada en la provincia de Deir Ezor mayoritariamente controlada por el EI, a 7 kilómetros de la frontera iraquí, mientras que Huseibeh se encuentra a caballo entre Irak y Siria.
Según un responsable de la seguridad que pidió anonimato, es la primera vez que la aviación iraquí bombardea blancos del EI en Siria.
Después de que el jueves los rebeldes sirios anunciaran la captura de Al Bab, último gran bastión de los yihadistas en la provincia de Alepo, este viernes al menos 42 personas murieron, la mayoría rebeldes, cuando un suicida hizo estallar un coche bomba al noreste de la ciudad, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
La organización advirtió de que el balance de víctimas podría aumentar, dado que había decenas de heridos, algunos en estado crítico.
