Si los seres humanos tuvieran oídos como los de las lechuzas, nunca necesitarían audífonos, según los científicos.
Las lechuzas, cuya sensibilidad al sonido les ayuda a localizar a las presas, no sufren pérdida auditiva a medida que envejecen. Al igual que otras aves – pero a diferencia de los mamíferos, incluyendo los seres humanos – son capaces de regenerar las células en sus oídos internos.
Las aves envejecidas experimentan una pérdida mínima de audición, pero la nueva investigación muestra que el búho no sufre ninguna pérdida significativa. En cambio, un ser humano habrá perdido más de 30 decibelios de sensibilidad a frecuencias de sonido alto a la edad de 65 años.
Las pruebas no mostraron ninguna diferencia estadística entre la capacidad auditiva de las lechuzas jóvenes y las muy ancianas, de hasta los 23 años de edad.
El equipo, dirigido por el Dr. Ulrike Langemann de la Universidad de Oldenburg en Alemania, escribió en la revista Proceedings de la Royal Society B: “En general, nuestros datos … indican que los oídos de las lechuzas no se deterioran con la edad.
“La falta de pérdida auditiva en nuestros viejos búhos es notable, dado que la esperanza de vida promedio de los búhos es bastante baja”.
En la naturaleza, las aves tienen una vida media de sólo tres o cuatro años.
Entender la preservación del oído en las aves podría conducir a nuevas opciones de tratamiento para los humanos sordos, dijeron los científicos.
Con información de The Guardian
