CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aunque nunca tuvieron la oportunidad de compartir escenario, el barítono de origen polaco Leszek Zawadka recordó a su compatriota Eva María Zuk –nacionalizada mexicana y cuyos restos fueron velados en Gayosso de Félix Cuevas– como una “pianista fuera de serie”.
La músico e integrante de Concertistas de Bellas Artes falleció la noche del lunes a los 71 años de edad en su domicilio en esta ciudad, tras complicaciones derivadas de un paro cardiaco, mismo que sufrió el pasado sábado 25 y por el que debió ser hospitalizada.
Zuk nació en Lodz, Polonia, en diciembre de 1945, aunque sus padres la registraron con fecha oficial del 6 de enero de 1946. Pasó su infancia en Venezuela, donde comenzó su formación musical y a los seis años ofreció su primer recital.
Estudió en la escuela Julliard de Nueva York –donde conoció al director de Orquesta Enrique Bátiz y con quien posteriormente se casó–, y fue discípula de Rosina Lhévine y Arthur Rubinstein.
Llegó a México en los años setenta, y con Bátiz procreó dos hijos: Enrique y Martha, mismos que le sobreviven.
Según la Secretaría de Cultura federal, ella llegó a tocar con más de 50 orquestas en Europa y América, las cuales “atestiguaron largas ovaciones de pie cuando Eva María Zuk tocaba el piano, de esa manera la despido”, dio a conocer María Cristina García Cepeda, titular de la SC.
El repertorio musical de la pianista incluía a Chopin, Liszt, Rachmaninoff, Bach, Beethoven, así como música venezolana y mexicana. Adquirió la nacionalidad mexicana en 1994.
Vía telefónica desde Michoacán, Zawadka comentó a Aproque tuvo una amistad con Zuk por más de treinta años:
“Desgraciadamente no tuvimos oportunidad de hacer música juntos, pero sí tuvimos una amistad muy larga, siempre le tuve gran admiración como pianista y como ser humano, para mí fue una excelente interprete de las obras de Chopin y de los compositores mexicanos, sin duda de Felipe Villanueva y Ricardo Castro, sobre quienes llegó a investigar más sobre su obra.
“Estoy seguro de que todos quienes la conocimos y la escuchamos hemos de coincidir en que fue una de las grandes pianistas del país, con una trayectoria internacional, pero más que nada fue un gran ser humano, creo que nadie que la hayamos conocido no fue posible no quererla.”
–¿Es una pérdida irremplazable para el gremio musical?
“Yo siempre he creído en las individualidades, y músicos como Eva María no se pueden sustituir, es hablar de una persona única. Pero también pienso que hay más jóvenes que están trabajando muy duro y lo están haciendo bien en distintas disciplinas, no sólo en la música, y estoy seguro que esos espacios se irán llenando en nuestro mundo artístico.
El barítono destacó la interpretación de Zuk sobre la música de Felipe Villanueva, de la cual tiene entendido llegó a grabar completa.
“Como tantos amigos y conocidos en común me siento muy triste, sabía que ya estaba enferma pero siempre una noticia así, por más que la esperes no deja de ser impresionante. Era mi amiga y una gran artista”, consideró.
