Los Demócratas del Congreso han introducido una legislación destinada a evitar que Donald Trump inicie un ataque preventivo contra Corea del Norte, a medida que crecían las preocupaciones sobre el fracaso de la administración para explorar las conversaciones con Pyongyang.
El proyecto de ley “Prohibición a un ataque preventivo contra Corea del Norte” es el segundo intento legislativo de reducir el poder de Trump para comenzar una guerra unilateralmente. A principios de este año, se presentó un proyecto de ley que prohíbe al presidente ordenar un primer ataque nuclear contra un adversario extranjero sin una declaración de guerra por parte del Congreso, en medio de preocupaciones sobre el lenguaje beligerante de Trump, el comportamiento errático y las frecuentes amenazas tuiteadas contra otros países.
La nueva legislación que prohíbe un ataque preventivo a Corea del Norte sin la autoridad del Congreso fue lanzada por los demócratas John Conyers en la Cámara de Representantes y Ed Markey en el Senado. Tiene dos republicanos entre los 61 patrocinadores de la Cámara, pero en la actualidad no cuenta con respaldo republicano formal en el Senado.
“Como veterano de la guerra de Corea, me da vergüenza que nuestro comandante en jefe se comporte de una manera imprudente que pone en peligro a nuestras tropas estacionadas en Corea del Sur y nuestros aliados regionales”, dijo Conyers.
“La retórica provocadora y escalada del presidente Trump, con amenazas de desatar ‘fuego y furia’ y ‘destruir totalmente’ a Corea del Norte, no se puede permitir que se convierta en realidad”, dijo el Senador Markey. “Mientras el presidente Trump tenga una cuenta de Twitter, debemos asegurarnos de que no pueda iniciar una guerra o lanzar un primer ataque nuclear sin la autorización explícita del Congreso”.
Los partidarios del proyecto de ley reconocen que no pasará sin atraer más apoyo republicano, pero argumentan que ayuda a centrar la atención en la autoridad ilimitada de un presidente estadounidense para ordenar el uso de armas nucleares, muchas de las cuales pueden lanzarse en unos minutos. Ningún funcionario tiene el poder de detener o incluso retrasar el lanzamiento.
Con información de The Guardian
