Una mujer salvadoreña declarada culpable de asesinato con agravantes después de haber tenido un bebé muerto ha sido liberada de prisión, la segunda de esas liberaciones en el espacio de un mes.
Maira Verónica Figueroa Marroquín, de 34 años, fue conmutada por el Ministerio de Justicia y fue liberada el martes luego de cumplir casi 15 años de una sentencia de 30 años.
El tribunal dijo que consideraba que la sentencia era excesiva e inmoral.
El Salvador ha prohibido totalmente el aborto desde 1998. Desde entonces, decenas de mujeres han sido acusadas de despidos ilegales después de sufrir emergencias obstétricas, y más tarde han sido condenadas por homicidio.
La publicación de Marroquín es posterior a la de la salvadoreña Teodora del Carmen Vásquez, quien fue encarcelada por cargos similares y cumplió casi 11 años de una sentencia de 30 años.
El Centro para los Derechos Reproductivos, con sede en Nueva York, que ayudó a lanzar la campaña “Las17” para las mujeres, se mostró jubiloso por el lanzamiento de Marroquín.
Pero Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva de la organización, agregó: “Mientras celebramos hoy la liberación de Maira, condenamos al gobierno de El Salvador por no reconocer la falta de debido proceso y por no reconocer su inocencia.
“Es inconcebible que Maira haya pasado casi 15 años en prisión por experimentar una complicación en el embarazo. A pesar de que ha sido liberada, su condena no ha sido revocada y sigue siendo culpable a los ojos de la ley “.
La organización dijo que El Salvador debe priorizar la reforma de su ley de aborto. Se han propuesto dos enmiendas al código penal del país, que permitirán el despido si la salud o la vida de una mujer están en riesgo, en casos de violación y deficiencias fetales fatales. El Congreso ahora necesita votar sobre las enmiendas.
Marroquín quedó embarazada en 2003. Poco antes de llegar a término, mientras trabajaba como ama de llaves, sufrió complicaciones durante el embarazo que dieron como resultado un aborto espontáneo tardío. Sin ningún testigo o prueba directa, fue declarada culpable de homicidio agravado y sentenciada a 30 años de prisión.
Con información de The Guardian
