Mientras líderes de Uber se apartan, crece la influencia de Arianna Huffington

SAN FRANCISCO ⎯ En abril, Wan Ling Martello, la directora de Nestlé en Asia, se encontró sentada frente a Arianna Huffington, directora de Uber y fundadora de The Huffington Post, en la cafetería Union Square Cafe en Manhattan.

Durante la cena, las dos mujeres ⎯ que se habían conocido unos meses antes ⎯ charlaron sobre el retiro de las tiendas de un producto alimentario que Martello había manejado. A medida que Martello describía sus esfuerzos de rescate y recuperación, dijo, Huffington empezó a escucharla con más atención. Huffington luego le preguntó si Martello estaría interesada en ayudar a Uber, que estaba manejando una serie de escándalos, antes de sacar su teléfono para llamar a personas en la compañía de servicio de taxis.

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Menos de dos meses después, Martello estaba a bordo.

“No esperaba que me preguntaran sobre Uber en esa cena, y no creo que estuviera en la agenda de Arianna”, dijo. Era solo su segunda reunión. “Todo el encuentro fue informal: vamos a pasar el rato”.

Reclutar a Martello es el tipo de rápido juego de poder detrás de bastidores que ha impulsado a Huffington para convertirse en el miembro del consejo independiente más influyente de Uber. En los 14 meses desde que se unió al consejo, Huffington ha actuado como la voz pública que aborda los escándalos laborales de la compañía, ha hablado con los empleados y ha ayudado a atraer a ejecutivos. También se ha convertido en uno de los confidentes más cercano de Travis Kalanick, director ejecutivo de Uber.

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La influencia de Huffington en Uber está creciendo mientras la compañía maneja un vacío de liderazgo. Mientras Uber hace frente a las consecuencias de investigaciones sobre su cultura corporativa, incluidas denuncias de hostigamiento sexual y preguntas sobre su administración, Kalanick ha tomado una licencia de ausencia indefinida y dejado la gestión a un comité de ejecutivos. El consejo también está en cambio con la renuncia de David Bonderman, socio de la firma de capital privado TPG, después de que hizo un comentario sexista en respuesta a ella en una reunión de Uber.

Ahora corresponde a Huffington, Martello y Bill Gurley, otro miembro del consejo y socio de la firma de capital aventurero Benchmark, completar algunas de las tareas urgentes en Uber, como examinar candidatos para el puesto de director de operaciones. Los prospectos incluyen a David Cush, ex director ejecutivo de Virgin America, según dos personas con conocimiento de las conversaciones, quienes pidieron no ser identificadas porque los procedimientos eran confidenciales. Cush no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

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El papel de Huffington ha causado cierta inconformidad. Algunos ejecutivos de Uber se han puesto recelosos de sus lazos estrechos con Kalanick, según tres empleados cercanos a las deliberaciones de los ejecutivos. (Huffington visitó recientemente el hospital donde el padre de Kalanick, quien resultó lesionado en un accidente náutico, estaba siendo atendido, según dos personas con conocimiento del hecho.) Cuatro ex empleados de The Huffington Post también mostraron asombro ante la capacidad de Huffington para llegar precipitadamente y ganarse a la gente.

Otros elogiaron su efectividad. “Ella siembra las semillas de la confianza y te hace sentir que sus intereses están alineados con los tuyos”, dijo Fred Harman, socio de Oak Investment Partners, que invirtió en The Huffington Post. “Cuando se trata de tomar decisiones, uno puede enfocarse en lo persuasiva que es”.

En una entrevista, Huffington, de 66 años de edad, dijo: “Saber cómo manejar las crisis sin sentirse abrumado ⎯ mantener la cabeza mientras todos los demás la están perdiendo ⎯ es la cualidad de liderazgo más importante. En tiempos de crisis, la gente a menudo reacciona exageradamente y entra en lugares muy oscuros donde pasan un mal momento viendo cómo salir”.

Uber declinó hacer comentarios para este artículo.

El ascenso de Huffington en Uber es el capítulo más reciente en una vida marcada por cambios de carrera drásticos que incluyeron ser experta en política, magnate de medios y componedora corporativa. Nacida Ariadne-Anna Stasinopoulous, creció en circunstancias modestas en Grecia e Inglaterra, asistió a la Universidad de Cambridge con una beca y se convirtió en la primera extranjera en ser presidente de la sociedad de debates de la Unión de Cambridge.

Se mudó a la Ciudad de Nueva York en 1980 y escribió exitosas biografías de Pablo Picasso y Maria Callas. En 1986, se casó con el heredero petrolero Michael Huffington, a quien ayudó a impulsar a la política nacional. Ann Getty, la mujer de la alta sociedad que presentó a los Huffington, fue la madrina de bodas. El editor Mort Zuckerman, ex novio de ella, fue uno de los padrinos.

Después de divorciarse de Michael Huffington en 1997, Arianna Huffington alcanzó notoriedad por cambiar su lealtad de Newt Gingrich y el Partido Republicano al mundo de la sátira izquierdista. Se volvió un nombre conocido en 2005 con la fundación de The Huffington Post, una publicación en línea, con el capitalista aventurero Kenneth Lerer y Jonah Peretti, quien posteriormente creó BuzzFeed.

Aun cuando Huffington no tenía antecedentes en los medios tradicionales, dijo Peretti, su capacidad para reunir a políticos, empresarios y celebridades fue crucial. “Queríamos llevar esos mundos al internet, y ella fue la persona perfecta para hacerlo”, dijo.

En 2011, Huffington impulsó la venta de The Huffington Post a AOL por 315 millones de dólares. Había forjado una rápida amistad con Tim Armstrong, el director ejecutivo de AOL, a fines de 2010. Para enero, estaban negociando los detalles de la adquisición en Davos. El acuerdo fue anunciado en febrero.

Algunos miembros del consejo de The Huffington Post querían hacer pública la compañía, pero Huffington fue “persuasiva al convencer al consejo de que un pájaro en mano a una valuación cautivadora era el mejor camino”, dijo Harman, quien formaba parte del consejo.

Un año después, Huffington conoció a Kalanick en una conferencia de tecnología en Múnich, y los dos coincidieron en el potencial de Uber para solucionar los grandes problemas urbanos. “Me interesé no solo en lo que Uber había logrado, sino en su futuro”, dijo Huffington, quien posteriormente fundó Thrive Global, una empresa de salud y bienestar, en 2016.

Pronto estaba asesorando a Kalanick. Cuando Uber anunció el año pasado que Huffington se había unido al consejo, dio a conocer un video que mostraba un lado más amable de Kalanick y una maternal voz en off de Huffington.

“Su guía ha sido invaluable para mí personalmente a lo largo de los años, y sé que en este nuevo papel ayudará a llevar a Uber al siguiente nivel”, dijo Kalanick en el anuncio.

En ocasiones no han estado de acuerdo, como cuando Huffington respaldó el deseo del consejo de dar licencia a Emil Michael, según dos personas con conocimiento de la discusión. A través de un vocero, Kalanick declinó hacer comentarios para este artículo.

Más recientemente, Huffington ha sido firme en apoyar a Kalanick aun cuando otras lealtades se han deteriorado; notablemente su relación con Bonderman, a quien había llegado a preocuparle más la calidad de la administración de Uber, según una persona familiarizada con las conversaciones del consejo. TPG declinó hacer comentarios.

En una reunión de personal de Uber recientemente, Huffington habló de cómo tener a una mujer en el consejo a menudo conducía a que se unieran más mujeres.

“En realidad, lo que esto demuestra es que es mucho más probable que se hable más”, respondió Bonderman.

Huffington declinó discutir la dinámica del consejo pero dijo que la renuncia de Bonderman, a las pocas horas de su pifia, era “una declaración enorme sobre cuán dispuesta está la compañía en cumplir con sus nuevos valores culturales”.

Huffington ha sido particularmente eficaz al incorporar a mujeres al liderazgo de Uber, incluyendo a Martello.

En enero, Huffington también se acercó a Bozoma A. Saint John, una ejecutiva de Apple, en una cena privada para mercadólogos en la gigantesca conferencia de tecnología CES, en Las Vegas. La conversación dio paso a autorretratos, y Saint John invitó a Huffington a su fiesta de cumpleaños. Para esa ocasión, Huffington llevó a Saint John una cama especial para su teléfono ⎯ vendido por Thrive Global ⎯ para mantenerlo en otra habitación mientras duerme.

En marzo, Huffington abordó el tema de Uber con Saint John. Kalanick, dijo, estaba en una travesía de superación personal. Mientras hablaban sobre cómo contar una historia diferente y más humana sobre lo que Uber podía ofrecer, Huffington tuvo una epifanía. “Dijo: ‘¿Por qué no le dices tú misma estas cosas a Travis?’”, dijo Saint John.

Huffington organizó que los dos se reunieran en abril en su casa en Brentwood, California, donde hablaron durante casi ocho horas. Después de que Saint John dejó Apple el mes pasado, supo que solo había un lugar donde querría trabajar. Se unió a Uber en el recién creado papel de directora de marca.

“Arianna me planteó todos los problemas de Uber directamente, no endulzados”, dijo Saint John. “Es la magia de lo que la hace tan creíble”.

Katie Benner y Mike Isaac
© 2017 New York Times News Service