TIJUANA, Baja California.- Los primeros grupos de mexicanos sacados de los penales de Estados Unidos por órdenes del presidente Donald Trump para ser deportados a Tijuana, llegaron durante este fin de semana desde la garita de El Chaparral, donde fueron recibidos por elementos del Instituto Nacional de Migración y personal de la Secretaría de Bienestar, quienes les proporcionaron comida, atención médica y acceso a telefonía para llamar a sus familiares.
Vestidos aún con sus uniformes grises de reclusos, los connacionales precisaron que “venimos deportados, nos metieron a la cárcel 3 o 4 años porque teníamos deportaciones anteriores”, indicó uno de ellos, quien junto con una docena de hombres formó parte del grupo de deportados.
A su arribo, los connacionales que pasaron los últimos años en penales extranjeros fueron recibidos por elementos del Instituto Nacional de Migración, quienes “nos están atendiendo bien, nos dieron comida, llamadas, médicos aquí en México” aseveró uno de los deportados, quien precisó que dicha atención contrasta con la del personal del Inmigration Custom Enforcement de Estados Unidos.
“Allá le voy a decir algo, en Adelanto, California, los GIOs son racistas”, agrega.
Algunos de estos deportados se encuentran en albergues como la Casa del Migrante, el Agape y otros que operan en esta frontera, donde esperan reunirse con sus familiares en el interior de la República
Y mientras que los connacionales llegaron a Tijuana, 24 migrantes centroamericanos decidieron regresar a sus lugares. Las familias regresaron a Guatemala y Honduras tras vivir un tiempo en las instalaciones del albergue Agape.
“muchas gracias hermano, muy agradecidos con usted… Dios lo bendiga por todo lo que ha hecho por nosotros, dios lo bendiga”, comentó uno de los migrantes.
Entre las personas que retornaron a sus países, se encuentran varios niños que estuvieron en el centro de detención de Migración de EE. UU. y quienes indicaron “no querer volver”.
Con información de: Juan Arturo Salinas
