El Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab) de la National Science Foundation publicó una imagen increíble, no del cosmos, sino de las nubes alrededor de uno de sus observatorios.
La fotografía muestra no uno, sino dos raros fenómenos de rayos: chorros azules y sprites rojos.
Los sprites rojos son descargas eléctricas masivas por encima de las nubes de tormenta. Los investigadores creen que debe ocurrir una combinación particular de eventos para la formación de estos fenómenos. En primer lugar, debe haber una tormenta eléctrica, pero eso por sí solo no es suficiente. Los científicos creen que también son necesarias las irregularidades del plasma en la ionosfera.
La ionosfera es la región alrededor de nuestro planeta, a unos 50 kilómetros (31 millas) de la superficie, donde los electrones y los átomos y moléculas con carga eléctrica tienden a residir. Es creado por la luz ultravioleta que golpea nuestra atmósfera.
El enfoque de la investigación sobre la naturaleza de estos fenómenos se ha desplazado ahora hacia el origen de estas irregularidades. Es posible que tales diferencias en el plasma sean características a largo plazo, aunque no está claro cómo se mantienen así. Alternativamente, podrían ser causados por el movimiento de un meteoro que cruza la atmósfera. La región de la ionosfera donde se forman los espíritus es también donde los meteoros pasan bastante tiempo antes de que sean completamente quemados por el aire más denso de la atmósfera inferior.
Los chorros azules tienen un comportamiento más parecido al de los rayos regulares, pero en lugar de descender al suelo, van desde el nivel superior de las nubes hacia la atmósfera. Se cree que su color está relacionado con la ionización del nitrógeno en la atmósfera que da como resultado una emisión ultravioleta. También son más breves que los relámpagos normales, y duran solo unos pocos milisegundos.
Los sprites fueron fotografiados por primera vez en 1989, y desde entonces se han reportado miles de observaciones de estos fenómenos. Los jets azules, por otro lado, son mucho más raros con solo cientos de avistamientos reportados. Sin embargo, ¡incluso se han visto desde el espacio!
Y de ahí proviene la mayor parte de nuestra comprensión. Dado que estos fenómenos ocurren por encima de las nubes, no hay mejor punto de vista que la Estación Espacial Internacional. El Monitor de Interacciones Atmósfera-Espacio (ASIM), un instrumento europeo dedicado al estudio de las tormentas, ha documentado varios de estos raros eventos.
Está claro, dada la rareza de estos, que esta fotografía es verdaderamente una joya. Recuperado en agosto de 2017 por las Cloud Cams del observatorio Gemini North, no podemos evitar estar asombrados al ver estos fenómenos realmente espectaculares, ambos capturados a la vez.
Con información de IFL Science
