Logran recrear el antiguo mecanismo de Anticitera

Similar a algo retratado en el Código Da Vinci o Dungeons and Dragons, el mecanismo de Anticitera con mecanismo de relojería, accionado manualmente, ha desconcertado a todos los que lo han contemplado.

Sin embargo, más de un siglo desde su descubrimiento, es posible que los investigadores finalmente hayan descifrado el código y crean que comprenden lo suficiente sobre cómo funcionan todas las diferentes ruedas dentadas para construir una réplica funcional con herramientas modernas.

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“Se han realizado muchos intentos fallidos para reconciliar la evidencia con una exhibición del antiguo cosmos griego del Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos en la antigüedad”, se lee en el estudio de sus hallazgos, publicado en Nature.

Rehm, Price, Wright, Freeth, Jones, Carmen, Throndike, Evans: los nombres de los científicos cuyos modelos e intentos de reproducir lo que se describe como la primera pila de computadora analógica del mundo como madera con cable, mientras los autores del University College London explican la historia de la comprensión en el dispositivo.

El mecanismo de Antikythera es uno de los descubrimientos tecnológicamente más sofisticados del mundo antiguo: un observatorio celeste computacional montado en un escritorio hecho de latón, impulsado por más de 30 engranajes formados individualmente montados en otros engranajes, que muestra los movimientos de todo el cosmos griego. , con todos los planetas hasta Saturno, las fases de la luna y el momento de los eclipses.

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Pescado en 82 partes en las ruinas de un barco mercante que naufragó frente a la costa de Antikythera, Grecia, las piezas de latón están muy corroídas. Las radiografías y las tomografías computarizadas revelaron la extensión de las numerosas inscripciones talladas en los paneles de latón en la parte posterior y frontal: un manual del operador esencialmente.

Encerrado en una caja de madera de aproximadamente un pie de alto, el dispositivo entraba en acción con el giro de una manivela.

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El modelo del cosmos en el dispositivo es consistente con las teorías epicíclicas de un astrónomo griego del siglo III a. C. llamado Apolonio de Perga, y otro llamado Parménides. Tomada con cálculos astronómicos babilónicos, el equipo de la UCL utilizó estas fuentes antiguas para descifrar dónde tendría que haber encajado cada equipo para garantizar que todo se moviera de una manera consistente con los modelos de la época.

Su modelo sugiere que la pantalla frontal del planetario habría representado el cosmos en movimiento sobre anillos de bronce concéntricos.

Desafortunadamente, para que el modelo de los científicos fuera preciso, tuvieron que representar el movimiento de cada cuerpo celeste con la Tierra en el centro, como sostenía la teoría antigua, lo que hacía que fuera mucho más difícil de reproducir que si el sol se colocara en el centro es el caso en la realidad.

Además, aunque sus cálculos son correctos, y dentro de su reproducción lograron encajar todos los engranajes en un espacio extremadamente reducido, se basó en las habilidades de los antiguos griegos para crear un componente muy único: un eje central hueco, modular, cada uno. módulo del cual tendría que anidar dentro de otro, obra que nunca se ha registrado en el período anterior.

“Los tubos concéntricos en el núcleo del planetario son donde mi fe en la tecnología griega flaquea, y donde el modelo también podría fallar”, dijo Adam Wojcik al Guardian, un científico de materiales en UCL y parte del equipo de investigación. “Los tornos serían el camino hoy, pero no podemos suponer que los tuvieran para metal”.

Quién hizo el planetario, para qué se usó: si era un dispositivo de enseñanza o algo para asombrar a los señores de la guerra, y si el equipo pudo realizar una ingeniería inversa con las tecnologías de su época, todavía son cosas desconocidas.

“Resolver este complejo rompecabezas en 3D revela una creación genial: la combinación de ciclos de la astronomía babilónica, las matemáticas de la Academia de Platón y las teorías astronómicas griegas antiguas”, escriben los autores.

Con información de Good News Network