Para los cubanos en el exilio, la muerte de Fidel será mucho ruido y pocas nueces

La muerte de Fidel Castro tiene significados “emocionales y simbólicos importantes”, pero los cubanos en el exilio tendrán que moderar sus expectativas porque la ausencia del líder no impactará las relaciones Cuba-EEUU, según expertos.

Con expectativas de cambio, los cubanos en el exilio celebraban muy profusamente este sábado en la Pequeña Habana la noticia de la muerte de Fidel Castro la noche del viernes a los 90 años.
Pero más allá de vivir con una botella de champán y una rueda de tambores un momento histórico para Cuba y el mundo, no había nada que esperar.

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“La gente está hablando de esto obsesivamente porque tiene significados emocionales y simbólicos importantes, pero debemos moderar las expectativas respecto al impacto que va a tener en Cuba a corto y mediano plazo”, dijo a la AFP Frank Mora, director del Centro de Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Mora recordó que Castro dejó el poder y su influencia comenzó a disminuir en 2006, y opinó que el histórico líder seguramente no habría apoyado muchos de los gestos de apertura que hizo su hermano Raúl, ahora presidente.

0″Si Fidel hubiera muerto en 2006, eso habría tenido un impacto importante, pero ya lleva fuera del poder 10 años y lo que veremos será continuidad”, añadió el ex asistente de Defensa para el Hemisferio Occidental.

Pero para Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la FIU, este valor simbólico no es algo a despreciar, aunque no reporte consecuencias a nivel práctico.
“Muchos exiliados sufrieron personalmente la persecución, la represión, la expropiación y la exclusión” por parte del gobierno cubano, dijo Duany.

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Por eso, “para gran parte de la comunidad cubana en Miami, la muerte de Fidel Castro representa el fin de toda una era histórica y la esperanza de un futuro mejor para su país de origen”.