Ya se desgastaron por la edad o por la falta de resultados, aquellos que declaraban, que ofrecían conferencias de prensa, que organizaban actos de resistencia
Así, con esta frase, se refirió uno de los líderes de los empresarios y comerciantes que durante años alzaron la voz para defender a sus representados contra los abusos de la autoridad, la extorsión policiaca, los arreglos entre ambulantes y directores e inspectores de Reglamentos, contra el narcomenudeo y hoy en día contra el cobro de piso.
Sin embargo los años han pasado y el panorama no solo no mejora sino que todo parece ir en contra de aquellos que todas las mañanas levantan la cortina de sus negocios y se enfrentan con una larga lista de adversidades.
Durante los últimos gobiernos, emanados de partidos rojos, azules y guindas, los representantes del sector empresarial lucharon por aquellos que fueron blanco de abusos provenientes de todos los flancos -ya no sentían lo duro sino lo tupido-, y que por su calibre no tenían margen de negociación para sentarse con el director o el secretario de alguna dependencia a fin de condonarles adeudos, impuestos o cobros e impuestos.
Ya se desgastaron por la edad o por la falta de resultados, aquellos que declaraban, que ofrecían conferencias de prensa, que organizaban actos de resistencia para que los distintos niveles de gobierno voltearan a ver que las medidas tomadas estaban erradas y que propiciaban el cierre de fuentes de empleo, el retraso en la afluencia turística, el perjuicio en la economía local y estatal.
Las voces disonantes de restauranteros, comerciantes en general, de médicos, de transportistas, se están opacando ante la imposición de medidas impuestas por gobernantes que dicen propiciar el diálogo pero que de dientes para adentro toman medidas de ocurrencia.
Ya suman 5 o 6 los gobiernos municipales a los cuales se han tenido que enfrentar, y 2 o 3 gobiernos estatales y otros cuantos federales a los que argumentaron los resultados adversos que acarrearían medidas como el control de dólares, la homologación del IVA, la corrupción desbordante.
Ya se cansaron los héroes y no hay a quien le pasen la estafeta.