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Los intereses detrás de los influencers

Juan arturo Salinas

La próxima vez que usted siga a un influencer -habría que ser de mente muy dócil para ser influenciado-, tenga cuidado al no saber qué jabón lo patrocina

Circulan en redes sociales varios videos en torno a la todavía reciente ejecución de la influencer Fedra Gaxiola, muchos de ellos en portales o páginas de Facebook que ni siquiera son elaborados en Tijuana ni en Baja California, y que abordan el tema con sorprendente ligereza.

Pero uno en particular llama la atención pues es difundido por otro influencer de Mexicali que en principio admite que no tiene información del caso (¿entonces para qué abrir la boca?) y a gritos advierte que lo único que ve es la muerte de una niña de veintitantos años en Tijuana.

Pues esa niña era investigada por la Fiscalía General de Justicia de Baja California por su presunta autoría intelectual de otras dos mujeres que se movían en el mismo ámbito, las modelos e influencers Andrea Ibarra y Priscila Raggio Sida.

¿Cuáles son esos ámbitos? La delgada línea entre mandos policiacos y grupos criminales, la cual deriva en el surgimiento de establecimientos comerciales patrocinados con recursos que no resistirían una investigación del SAT, ya no digamos del IRS -como aquella que culminó en el cierre de las farmacias Vida o las empresas del ex secretario de turismo estatal, Alejandro Moreno Medina y otros-, y de ahí solo falta un brinco para presumir los viajes, los carros de lujo, las mansiones, los restaurantes y los hoteles cinco estrellas en diversas playas y países.

Y es que en la superficie todo cuadra: riqueza, belleza, lujo, pero basta rascar un poco para encontrarnos con que esos elementos tienen en muchos casos un trasfondo de sangre, muerte y pobreza. Tiktokers, modelos e influencers son patrocinados por aquellos hombres y mujeres adictos cuya vida, si así se le puede llamar, tiene la constante de la pobreza, la enfermedad, la marginación, el rechazo social y la podredumbre, sea física o del tejido social.

En otras palabras, esas o esos influencers nos venden la idea de que han forjado su capital a base de esfuerzo cuando que en realidad están lavando dineros producto del amasiato entre el narcotráfico y el contubernio con las corporaciones policiacas y su ejército de adictos.

Pero volvamos al video de ese influencer y suponiendo sin conceder que esté motivado en la buena fe y en su ignorancia del caso que él admite… pero tampoco podemos descartar que el individuo esté patrocinado por intereses que traten de desviar la atención, porque ya hay suficiente información que apunta hacia el contexto arriba descrito.

Así que la próxima vez que usted siga a un influencer -habría que ser de mente muy dócil para ser influenciado-, tenga cuidado al no saber qué jabón lo patrocina.