TIJUANA, Baja California.- Los niños no deberían de tocarse, no deberían sufrir una agresión, no deberían sentir dolor, sin embargo, hay quienes no se tientan el corazón y acaban con la vida de un inocente, tal es el caso de una menor de aproximadamente 5 años que fue encontrada dentro de una hielera en la colonia El Pípila.
Aunque se desconoce si los presuntos responsables del crimen son familiares de la víctima, en la mayoría de los casos, son los propios padres los que cometen el asesinato.
Pero este no es el único caso que ha conmocionado a los bajacalifornianos: el 14 de julio del 2016, un niño de tres años fue encontrado sin vida dentro de una bolsa de plástico negra que fue abandonada en el corredor 2000.
Otro suceso similar ocurrió este 2020 en Mexicali, cuando autoridades de la Fiscalía General del Estado localizaron en el mes de marzo el cadáver del pequeño Abraham Martínez Vázquez, de cinco años, quien había sido reportado desaparecido por su madre.
Tras una intensa búsqueda, elementos de la Agencia Estatal de Investigación encontraron en un predio abandonado el cuerpo del infante, presentaba huellas de violencia.
De acuerdo con testimonios realizados por vecinos del menor, el padrastro golpeaba a Abraham. Ante los señalamientos, la madre y su pareja fueron trasladados a la FGE para rendir su declaración respecto a los hechos.
Este 29 de agosto en Mexicali, un menor de diez años fue golpeado brutalmente por la pareja sentimental de su madre, la razón: no leer bien.
De acuerdo con la directora de DIF Estatal, Blanca Estela Fabela, el pequeño ya está bajo resguardo de la paraestatal.
“Ese niño ya está en el albergue de Mexicali, se giran las medidas de protección y se asiste por parte de un agente procurador. ¿Qué es lo que hacemos? Estamos dándole seguimiento y se va a tomar parte de la Fiscalía debe también traer el tema, entonces nosotros representamos a ese menor”, indicó Fabela Davalos.
La directora indicó que los menores que sufren de abuso por parte de algún familiar, en este caso padre, madre, padrastro o madrastra, son retirados del hogar y resguardados en los albergues del DIF Estatal, para después ser canalizados con un pariente que pueda hacerse cargo del infante.
Blanca Fabela aseguró que en ocasiones este tipo de maltrato infantil se asocia directamente con la drogadicción y el nivel socioeconómico de la familia. Otro factor que incrementó en los últimos días los actos de violencia contra los niños es la pandemia, ya que la convivencia las 24 horas del día puede resultar tóxica.
La titular de la paraestatal invitó a la ciudadanía a denunciar al DIF Estatal, cualquier tipo de violencia hacia un menor para evitar otra tragedia como la de menor encontrada en la hielera.
Con información de: Carolina Vázquez
