Un episodio de The Simpsons con la voz de Michael Jackson ha sido retirado por sus productores después de que un poderoso documental acusara a la estrella de abusar sexualmente de dos hombres cuando eran niños.
El documental de HBO Leaving Neverland, que se mostró en el Canal 4 esta semana, presentó a James Safechuck y Wade Robson, quienes afirmaron que fueron abusados sexualmente por Jackson.
El cantante apareció en el episodio de Stark Raving Dad Simpsons que se emitió en 1991, pero su participación solo se confirmó años más tarde. Jackson expresó a Leon Kompowsky, quien se encuentra con Homer en un hospital psiquiátrico, donde afirma ser la estrella del pop y hace la caminata lunar.
Los productores de The Simpsons han decidido eliminar el episodio de los servicios de transmisión y los canales de televisión que emiten el programa, mientras que el productor ejecutivo James L Brooks dijo que era “la única opción a realizar”.
Los productores ejecutivos Matt Groening y Al Jean estuvieron de acuerdo con la decisión, dijo Brooks, y le dijo al Wall Street Journal: “Los chicos con los que trabajo, en los que pasamos nuestras vidas discutiendo bromas, pensamos en esto”.
“Este fue un episodio atesorado. Hay muchos buenos recuerdos que hemos guardado en eso, y esto ciertamente no les permite permanecer “.
Añadió: “Estoy en contra de la quema de libros de cualquier tipo. Pero este es nuestro libro, y podemos sacar un capítulo “.
La familia de Jackson negó las acusaciones contra el cantante y denunció el documental.
El estado afirmó que, al mostrar Leaving Neverland, HBO estaba violando una cláusula de no desprestigio de un contrato de 1992.
El jueves, una red de radio australiana sacó la música de Jackson de sus ondas. La Nova Entertainment Company, que cuenta con la estación de fácil escucha Smooth FM entre sus establos, se convirtió en la primera compañía australiana en actuar después de que las acusaciones se transmitieran en el documental el domingo.
Al menos tres estaciones de radio en Canadá, una en los Países Bajos, así como la emisora pública de Nueva Zelanda RNZ y sus principales rivales comerciales, Mediaworks y NZME, también dijeron que dejarían de tocar la música del artista.
