Los tres días más críticos de Inglaterra

 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- En medio de la polémica por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida con la abreviación Brexit, la Sociedad Artística Sinaloense (SAS) produce y montará la obra teatral 3 días en mayo, escrita por el inglés Ben Brown, sobre las negociaciones que hizo el primer ministro Winston Churchill con su gabinete, más a favor de la paz para no enfrentar a Adolfo Hitler.

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La pieza, bajo la dirección de Lorena Maza, se estrenará el viernes 29 en el teatro principal del Centro Cultural Helénico, y sólo permanecerá nueve semanas.

El papel de Churchill lo interpretará Sergio Zurita, para quien la simultaneidad con el Brexit “es una feliz coincidencia o una desgraciada coincidencia, depende de cómo lo veas”.

Completan el elenco Juan Carlos Beyer (general Dill, ministro de Guerra), Fernando Bonilla (Jock Colville, secretario de Churchill), Miguel Conde y Pedro Mira (Arthur Greenwood y Clemente Atlee, respectvamente, miembros del Partido Laborista), Luis Miguel Lombana (Neville Chamberlain, exprimer ministro y líder del Partido Conservador), José Carlos Rodríguez (Lord Halifax, ministro de Asuntos Exteriores) y Nicolás Sotnikoff (Paul Reynaud, primer ministro francés).

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Este drama se ubica en mayo de 1940 en Inglaterra, ante el peligro inminente de caer en manos de la Alemania nazi, y Churchill reúne con urgencia a su gabinete de guerra. Sólo lleva unos días como primer ministro y ya enfrenta un intenso juego de ajedrez político en su intento por convencer a los partidarios del tratado de paz, incluyendo a Chamberlain, de que Gran Bretaña debe luchar hasta la muerte.

También escritor, historiador y periodista, Churchill se revela en la obra a través de dos facetas desconocidas: por una parte, la subestimación de sus habilidades políticas (se le consideraba más un hombre de guerra pues había sido el artífice para el triunfo de Inglaterra en la Primera Guerra Mundial) y, por la otra, su lado débil, pues sufría por periodos profundas depresiones, causadas por “fantasmas” que le perseguían desde la niñez. Pero la pieza no es una catarsis emocional del personaje, más bien muestra esa peculiaridad del líder inglés ante la disyuntiva de entrar a la guerra o no.

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Con traducción de Noé Morales, adaptación y codirección de Alberto Lomnitz, diseño de escenografía e iluminación de Sergio Villegas, vestuario e imagen de Edyta Rzewuska, música y efectos a cargo de Jordi Bachbhush, es Pepe Valdés, de Inside the Box, quien participa como productor ejecutivo y Leonora Quijada como productora asociada.

Sergio Zurita

El actor, quien participó en ese rol en Antes de irme, el amor, además de haberla escrito y dirigido, agrega que este “es el papel de su vida”:

“Es curioso, porque el autor intelectual de la Unión Europea es Churchill, hablaba todo el tiempo de una Europa unida, y ahora resulta que Inglaterra no quiere entrarle a esa Europa unida. Es una decisión, ya se dijo, en la que los viejos decidieron el futuro de los jóvenes. Es decir, quienes no tienen futuro decidieron el de quienes sí lo tienen.

“Es una gran ironía participar en esta obra en este momento.”

–¿Qué reflexiona al recrear a este personaje histórico que siempre ha estado bajo la lupa?

–Es uno de los personajes de la historia entera. A mí de entrada me sorprende mucho, con toda la proporción guardada, el parecido físico, siempre me había yo dado cuenta que lo tengo. Y la historia personal de Churchill se parece a la mía, insisto, con toda proporción guardada, yo no soy noble, pero a Churchill a los ocho años de edad lo mandan a estudiar a un internado, a mí a los ocho años me mandan a Michoacán a vivir con mis abuelos. Churchill hablaba constantemente en la radio, yo tengo un programa de radio. Él escribía mucho, yo también escribo; con toda proporción guardada, Churchill es Premio Nobel de Literatura, bueno, hay una similitud tremenda.

José Carlos Rodríguez

Actor de teatro, televisión y cine, Rodríguez explica en entrevista que 3 días en mayo “no  es tan histórica, pero se arma el drama para que pueda engrandecer la figura de Winston Churchill”.

Específica que fue importante la decisión de Churchill “en el sentido de la dignidad” y compara con México al preguntarse: ¿Dónde está nuestra dignidad? Y comenta:

“Nos pasan por encima, tenemos unos gobernantes… que ya quisiéramos un Churchill.  No hay honestidad. En México, ¿dónde queda la verdad? Parece que todo mundo intenta ocultar la verdad. Yo sé que la verdad es una interpretación de los hechos, pero hasta esos hechos los desdibujan.

“Es lamentable lo del Brexit, pero se hizo un ejercicio democrático, ¡mal!, los viejos decidieron por los jóvenes. Aquí, ¿cuándo me preguntaron si yo estaba de acuerdo con la reforma energética?  Churchill pensó en pelear hasta el final, de ‘vamos a ganar muriendo si es necesario que aceptar una paz que nos esclavice’. Me recuerda al movimiento zapatista, una paz con dignidad, o sea, ‘no quiero que me tengas calladito, quiero vivir en paz y dignamente’. La visión de la dignidad es lo que yo rescato de Churchill.”

Egresado del Centro Universitario del Teatro y del Lee Strassberg Theater Institute de Nueva York, manifiesta que ojalá la obra teatral “mueva reflexiones”.

Fernando Bonilla

“Soy un apasionado de la historia, de hecho la cursé en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no terminé, pero de alguna manera es mi segunda vocación, por lo cual este drama político se me antojó mucho. Fue un momento crucial que definió la historia moderna, y ponerse en la piel de un personaje que fue testigo de esos acontecimientos me resultaba muy atractivo”, platica Bonilla, quien no sólo es actor, también ha dirigido alrededor de 26 montajes escénicos.

El hijo de Héctor Bonilla narra que 3 días en mayo “es impresionante, cuando en este momento estamos viendo el resurgimiento de los nacionalismos en muchos lugares del mundo y, por ejemplo, el discurso de Donald Trump se acerca muchísimo al fascismo”.

–Muchos especialistas lo califican como el Hitler de ahora, ¿es así?

–Sí, ¡claro!, lo tenemos aquí al lado. Ahora con lo del Brexit me parece que se convierte en una gran paradoja y se carga de ironía nuestro montaje, porque históricamente Inglaterra ha sido muy egoísta en su accionar internacional y diplomático, pero del momento del que estamos hablando sólo quedaba negociar bajo los términos de Hitler o luchar hasta ver cuánto podían resistir, y Churchill tomó la decisión de resistir.

“En 72 horas Inglaterra toma una decisión en beneficio del resto del mundo y lo estamos presentando ahora en una época en que Gran Bretaña decide aislarse, decide redefinir sus fronteras”, dice.