Macron, el candidato centrista ganaría por 65.1% a 34.9%; pero la derrota todavía marca un voto históricamente alto para la extrema derecha de Francia
El centrista pro-UE Emmanuel Macron ha ganado la presidencia francesa con una victoria decisiva sobre la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, una victoria que sus partidarios aclamaron como un freno a la marea del populismo.
Macron, de 39 años, ex ministro de Economía, que se postuló como “independiente de izquierda y de derecha” prometiendo sacudir el sistema político francés, obtuvo un 65,1% de los votos ante el 34,9% de Le Pen, según las proyecciones iniciales de los primeros cargos.
Pero la puntuación de Le Pen, sin embargo, marcó un máximo histórico para la extrema derecha francesa. A pesar de una campaña mediocre que terminó con una actuación calamitosa en el último debate televisivo, se proyectó que había obtenido más de 10 millones de votos, aproximadamente el doble que los que obtuvo su padre, Jean-Marie Le Pen, cuando alcanzó la segunda vuelta presidencial en 2002. Los partidarios antiinmigración y anti-UE del Frente Nacional afirmaron que el partido tiene un lugar central como una fuerza de oposición en Francia.
Macron, que nunca ha ocupado cargos electivos hasta hace tres años, es el presidente más joven de Francia. Él se hará cargo de un país bajo un estado de emergencia, aún enfrentando una amenaza terrorista importante y luchando con una economía estancada después de décadas de desempleo masivo. Francia también se divide después de una campaña electoral en la que el enojo anti-establishment vio a los partidos gobernantes de izquierda y derecha tradicionales expulsados de la carrera en la primera ronda por primera vez desde el período posterior a la segunda guerra mundial.
La participación más baja en 40 años
Se calcula que la participación fue la más baja en más de 40 años. La victoria de Macron no sólo se debió a que los votantes apoyaron su política de mercado libre, la reforma pro-empresarial y sus promesas de dinamizar la UE, junto con un enfoque de izquierda a las cuestiones sociales. Algunos de sus votantes vinieron de otros partidos a través del espectro político y resultaron no en el apoyo completo de su programa, sino para detener el Frente Nacional.
En un paisaje político con una fuerte izquierda fuerte y extrema derecha, Macron se enfrenta al desafío de tratar de ganar una mayoría parlamentaria para su incipiente movimiento político En Marche! (On the Move) en las elecciones legislativas del próximo mes. Sin una mayoría, no podrá llevar a cabo sus promesas de manifiesto.
Después de la votación de Brexit y de la elección de Donald Trump como presidente de los EEUU, la carrera para el Élysée ha sido la última elección que ha sacudido el establishment político, sacando a las figuras que defendían el statu quo, expulsando a los partidos dominantes que dominaron la política francesa para 50 años, y dejando al novato político Macron para hacer la batalla contra la extrema derecha.
Su victoria viene después de una amarga campaña con Le Pen en la que ella lo acusó de ser parte de una élite que no entendía a la gente común, y dijo que Le Pen representaba el “partido del odio” que quería una “guerra civil” en Francia. La segunda vuelta enfrentó al candidato más eurófilo de Francia contra la más eurófoba.
Con información de The Guardian
