El presidente francés Emmanuel Macron ha prometido liderar una “reconstrucción” de la Unión Europea, advirtiendo que “la soberanía, la democracia y la confianza están en peligro” y que sus ciudadanos ya no entienden el proyecto.
En un discurso en Atenas, Macron pidió una mayor cooperación y solidaridad de la Unión Europea, reiterando sus llamados para una zona euro integrada con su propio ministro de finanzas, el parlamento y un presupuesto independiente para dirigir futuras crisis.
“Nuestra generación puede elegir [hacer esto] … debemos encontrar la fuerza para reconstruir Europa”, dijo.
El líder francés, centrista y pro-empresarial, cuya popularidad en el país se ha desplomado desde que fue elegido en mayo, advirtió que los europeos “no deben abandonar la lucha” de valores compartidos o que la UE se alejaría o moriría por conflictos internos.
Advirtió que el bloque debe reinventarse y convertirse en “más democrático”, más que “simplemente cumbre tras cumbre” de funcionarios encerrados en reuniones de crisis.
Macron prometió liderar una hoja de ruta para la reconstrucción de la UE en los próximos meses, argumentando que las naciones que se peguen juntas dentro de la UE eran la única manera de proteger a los ciudadanos contra problemas como el cambio climático y el terrorismo.
Sin embargo, Macron no puede detallar ningún plan para la reforma de la eurozona ni de la UE hasta después de las elecciones de este mes en Alemania, cuando será más claro hasta qué punto un nuevo gobierno en Berlín estará abierto a respaldar sus ideas.
Macron ha buscado posicionarse para liderar el proceso arreglará la crisis de confianza de Europa. Dijo que el resultado del referéndum británico de Brexit reflejaba el sentimiento de que la gente no “entendía” a la UE y sentía que se les pedía constantemente que “hicieran más esfuerzos” mientras temían que su vida cotidiana se deteriorara.
El discurso de Macron en Atenas también tenía como objetivo apuntalar el apoyo de los votantes de Francia que son escépticos acerca de su programa orientado al mercado para reescribir las leyes laborales francesas, aflojar las reglas de contratación y despido y cambiar el sistema de pensiones. Sus primeras medidas han sido percibidas por algunos como favorecedor de los ricos sobre los intereses de los votantes más pobres.
Macron necesita asegurarse de que sus políticas no sean vistas por los votantes franceses como un desmantelamiento del estado de bienestar del país después de la guerra, a pesar de que él está interesado en estilizarse como una influencia de modernización para Francia y Europa.
Con información de The Guardian
