María Rivera, artista de malabarismo urbano, divierte a conductores

TIJUANA, Baja California.- María Rivera Quintana, con varios años haciendo su espectáculo de malabarismo en las calles de Irapuato, Guanajuato, decidió emprender un viaje a Tijuana donde se le abrieron las oportunidades.

Lo que la motiva es que puede compartir alegría y transmitir armonía.

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“Luego todos van muy ajetreados de lo que pasan en el día, ya ven algo así fuera de lo normal y como que se salen un rato de lo que van haciendo y si van molestos, te miran y dicen ‘órale, qué chido’. Equilibro con mi frente, sí me ha costado, a todos nos cuesta lo que hacemos y lo equilibro en la cabeza, juego tres tres con las clavas, así se le llama y me pongo un ula ula en los pies para que se vea padre y se emocionen todos”, detalló.

Recalcó que a diferencia de su ciudad de origen, notó que en la frontera más visitada del mundo el espectáculo urbano es más valorado.

“Acá valoran más tu trabajo, el arte en otros lados no está tan bien visto, aquí como que lo valoran más y pues sí, a la gente le gusta. Yo vivo sola ahorita y tengo a mi hijo pero pues él está estudiando. Se llama Uziel y va en quinto grado de primaria. Hola, Uziel, si me estás viendo”, expresó.

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Sin embargo, en su búsqueda por un mejor futuro, tuvo que dejar a su hijo Uziel con sus abuelos y ella le envía dinero para sus estudios.

“Pues él ahorita está en mi ciudad con mi familia y esta yendo a clases presenciales allá. Al principio no estaba yendo, iba tres veces por semana, ya esta yendo por completo, ya va con más amigos, solo iba la mitad del grupo, ahora ya van un poco más. Sí, yo traigo mis metas y una de ellas es estar aquí en Tijuana un rato para producir un poco de cosas que quiero armar y bajar a ver a mi hijo otra vez”, dijo.

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Todo el esfuerzo que hace diariamente, su concentración entre el tráfico y mantener la calma a lo largo de las horas con su malabarismo,  tiene su recompensa no solo económica sino también felicitaciones.

“He tenido ocasiones en las que se paran los carros y se bajan a preguntarme cómo es que se llama cada cosa y dónde las pueden conseguir y me ha tocado que me dicen que les gusta y que lo van a intentar y porque se ve padre. Que le sigan, vamos a darle todos los malabaristas mucho arte para todos, mucha armonía”, concluyó.

 

Con información de Johanna Mejía