El malabarismo unió en matrimonio a Mario Campos y Quetzali Reynosa

La pareja quieren llegar a fundar una escuela y dar clases de malabarismo, ya que es algo que quieren transmitir.

TIJUANA, Baja California.- Mario Alberto Campos llegó hace cinco años a Tijuana después de una gira por toda la república mexicana haciendo malabares. 

Aquí en la frontera encontró lo que no se esperaba: nada más y nada menos que al amor de su vida. Él quedó flechado de la tijuanense Quetzali Reynosa, también malabarista.

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 “Ella es de aquí de Tijuana, nos conocimos a través del malabar, entrenando. Entrenábamos en el parque, ya ahora actualmente en la casa, en el patio”, comentó. 

La disciplina del malabarismo lo aprendió en su ciudad de origen, Michoacán, donde comenzó con pelotas. Ahora forja una carrera de 12 años de experiencia y lo han llevado emprender una gira en ciudades como Guadalajara, Estado de México,  Puebla, entre otras localidades. 

Su trabajo es como cualquier otro, con un horario desde las 8:00 de la mañana ya están colocados en un bulevar.

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 “Más o menos como en cualquier empleo que trabajamos una jornada larga pero no con un horario definido. Primero, muchas gracias a las personas que nos ven y que nos apoyan y a los que no nos apoyan, también, gracias al menos por no agredirnos y no faltarnos al respeto, dejarnos expresar aquí con libertad y que gracias a ellos vivimos como cualquier familia, con un hijo y gastos como cualquier persona”, comentó.

Por su parte, su esposa Quetzali Reynosa recalcó que a pesar de que le encanta lo que hace, en algunas ocasiones ha sido objeto de piropos indebidos o malos comentarios mientras hace su show.

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 “Es un riesgo, sobretodo como mujer, a veces está pesado el ambiente. Creo que todavía falta mucha conciencia social a las personas sobre los artistas urbanos, más cuando es una mujer. El respeto, eso sería, pero ya tengo trabajando en esto casi 10 años así que pues de eso vivo”, dijo.

Ambos quieren llegar a fundar una escuela y dar clases de malabarismo, ya que es algo quieren transmitir.

 “Ambos estamos concentrados en tener un estudio en pedagogía para poder dar clases de esto de malabarismo, estamos apasionados de esta carrera y queremos seguir en esto”, señaló.

Con información de Johanna Mejía.