Nadie puede decirse extrañado de la violencia que rodea este tipo de establecimientos
Este martes un hombre fue privado de la vida al interior de un local de maquinitas, también conocidos como minicasinos, a manos o mejor dicho a pies de los sujetos que lo golpearon hasta matarlo.
Los hechos se registraron en un local ubicado en la Zona Norte, donde según testigos, tres hombres ingresaron al local para atacar a su víctima.
Nadie puede decirse extrañado de la violencia que rodea este tipo de establecimientos donde se han registrado ejecuciones masivas, aseguramiento de drogas, dinero y hasta armas.
Nadie puede decirse extrañado tampoco de que estos locales operen a la vista de policías y de inspectores de reglamentos, pues si un área de Tijuana es patrullada con frecuencia es precisamente la Zona Norte.
Entonces que no salgan hoy las autoridades locales ni estatales con que este tipo de muertes son sorpresivas, pues el escenario está montado y solo faltan los actores, víctimas y victimarios.
Más aún, estos locales deben ser objeto de la ley de extinción de dominio habida cuenta que los juegos de azar es materia federal y que bien llevadas, las carpetas de investigación debieran llegar hasta la Fiscalía General de la República y de ahí en adelante, actuar para frenar este cáncer.
Pero a todo mundo le conviene este río revuelto que solo fue frenado durante el gobierno que encabezó el ingeniero Jaime Bonilla Valdez , quien ordenó el cierre de estos centros de vicios.
Vayan como ejemplos los casos en que un ataque armado en enero de 2018 dejó por saldo tres muertos y 8 heridos, entre ellos una mujer embarazada, o el video que en agosto del mismo año, captó la ejecución de un hombre en un local de maquinitas.
Hoy los minicasinos siguen operando. La sangre sigue corriendo y las autoridades correspondientes siguen estirando la mano.
